Abre Tu Corazón: 79

Abre Tu Corazón

Capítulo 79: “amigos”

9:19 am. Campus de soccer.

-¿estás bien?- preguntó Peter a Lali sentándose a su lado. Ella estaba en la grama admirando el juego a cierta distancia pero con la vista perdida.

-¡¡¡Pitt!!! ¡¡¡Vuelve al campo!!! ¡te queremos ver jugar!- Gritaron unas “admiradoras” desde las gradas, cada pase que él hacía y los par de goles que anotó ellas lo celebraron con sus chillonas voces, Lali en cambio seguía con la vista en el infinito. Se rindió de intentar llamar su atención con méritos, y fue directo donde estaba ella.

-si no entras a tiempo tus chicas se van a sentir muy decepcionadas.- dijo en tono de voz completamente natural, él miró en dirección que ella veía.

-Benjamín…- mencionó en cuanto lo vio y revoleó los ojos.

-no lo estaba viendo a él, ni me había dado cuenta que estaba allí…

-¿entonces a quién?

“esperando que aparezca Thiago, hace días que ni lo veo, ni me escribe, ni nada; y en este momento lo necesito”

-A nadie…- suspiró y comenzó a jugar con la grama distraídamente.

–A la final te reconciliaste con el cara de papa…- por fin tocaba un temita que le afectaba -siempre supe que le ibas a creer a él.- atacó con un desdén de celos que oculto tras la máscara de fingida indiferencia.

-¿tu como sigues con la búsqueda de tu chica perfecta?- contraatacó ella del mismo modo.

-mal…- suspiró y se echó un poco de agua en la cara con una botella que tenía en la mano– ya van varias y ninguna es- Lali no pudo evitar fulminarlo con la mirada.

-¡ay pobrecito el nene!- ironizaba -se tiene que acostar con medio liceo para encontrar al amor de su vida, mal ¿eh? Ufff, no me imagino lo que sufres…

-¡Obvio que sufro! El amor de mi vida prefiere a los cara de papa y me tengo que conformar con una nena que tiene complejos de “mujer invisible”- clavó su vista en ella risueño.

-Marisol no es.- no pudo evitar decirlo – no se con quien mas te habrás equivocado, pero estoy segura que ella no es.

-¿Cómo sabes?.

-no es la talla…- él levantó una ceja sin quitar su sonrisa – sus pechos son pequeños comparados con el sostén.- Peter revoleó los ojos.

-Puede usar tallas grandes.

-no es ella y punto Peter.

-¿haz escuchado algo?- ella lo miró inexpresivamente –digo, por algo debes tener tanta seguridad.

-no he escuchado nada.

Se hizo un silencio que pareció eterno, Lali miraba nerviosamente a todos lados pero Peter no le quitaba los ojos encima. Cuando la situación se tornó insoportable, él habló.

-estas celosa.

-¿de ti?

-no, de ella.- ironizó mostrándole una tira del sostén.

-¿es que acaso llevas eso para todos lados?.

-nunca sabes cuándo eches un polvo improvisto y tenga que usarlo para medir.

-Eres un pervertido sexual- dijo enojada y se quiso levantar pero él le tomó la mano para que no lo hiciera. –Tonto, suéltame.- pidió pero el forcejeo lo que consiguió fue dejarla muy cerca de él.

-Mar…- la llamó suavemente y con una paciencia universal -ya acabemos con esto, ¿sí?- se lo dijo tan suavemente que se le erizó la piel.

-¿Qué… qué quieres- se aclaró su garganta- que quieres decir?- él miró sus ojos profundamente, bajó la mirada hasta sus labios y para luego subirla a sus ojos. La seducía, la tentaba y por un momento pensó que la iba a besar. Por un momento quiso que la besara allí, delante de todos, sin importarle nada. Juraba que si lo hacía, dejaba a Benjamín en ese mismo instante.

-que seamos amigos.-

De repente sus ilusiones chocaron contra una pared. Cayeron a un abismo sin fondo. Las facciones de su cara se relajaron y casi parecía enojada.

-¿amigos?- Peter la soltó, se sentó mejor y dirigió una sonrisa a las gradas, saludando a par de chicas que gritaron su nombre.

-¡claro! Ya no quiero seguir peleándome contigo, todo el tiempo una persecución amorosa- tomó un poco de agua y continuó- una guerra por aquí, otra por allá. No da. Maduremos un poco y seamos amigos, o al menos no sigamos siendo enemigos.

-somos enemigos políticos.- se colocó de pie prestando atención a lo que él decía.

-no necesariamente.

-tú me quieres quitar algo que yo quiero.

-si tu quieres me retiro.- Lali lo miró perspicaz, analizándolo.

-no creo que hagas eso por mí- concluyó.

-pruébame. –su doble sentido Lali no lo quiso interpretar.

-¿que ganarías con eso?

-lo que quería ya lo logré- sonrió a las gradas y Lali ya no pudo controlarse.

-¡¡Eres un tonto!!- le tiró uno de los pompones que había dejado a un lado. –¡¡¡todo lo que querías era popularidad para acostarte con quién quisieras!!!-

-Calma Mar- se cubría con sus brazos mientras lo atacaba con el otro pompón.

-¡¡Pervertido sexual!! ¡¡claro, la chica invisible es la excusa perfecta!! No es posible que no sepas quién es- lo golpeaba con las manos cuando él le quitó el otro pompón.

-HARÉ ALGO QUE TE ENOJE DE VERDAD SI NO TE CALMAS MARIANA- ella estaba casi fuera de sí y él no entendía muy bien porqué.

-¡yo no te tengo miedo Lanzani!- le lanzó el primer pompón que había caído en el suelo y se lo pegó del pecho – ¡esto es insólito! ¡pero más insólito es que yo no me haya dado cuenta antes! Es que soy tonta, yo creyendo que te había llegado una época de madurez, de serenidad, y resulta que te tomarás algo tan serio como lo es la presidencia para conocer chicas que puedas satisfacer tus deseos sex…- Antes de que terminara la frase, Peter le lanzó en un impulso lo que le quedaba de agua del envase.

Le mojó la cara y la parte delantera de su uniforme de porristas que tenía colocado Lali. A Dios gracias que metieron un gol en ese momento y la atención no estaba centrada en ellos, porque sino la situación habría sido realmente incómoda, sin embargo parecía transformarse a un juego de dos niños que se gustan y no saben cómo decírselo.

 –Corre- amenazó con mirada enfurecida y voz calmada, cosa que era una señal inminente de peligro, sin pensárselo dos veces sus pies huían de la reacción de Lali. Ella lo perseguía por donde se metiera.

Peter se metió en el juego esquivando a par de jugadores cuando atravesó la cancha, pero ella no dejaba de seguirlo, toda una atleta ya que la condición física de él no era para nada mala, de hecho su físico estaba entre los mejores. Nadie les prestaba atención, después del alboroto en el salón de arte, estaban más que acostumbraron a sus juegos y discusiones incomprensibles que explotaban de la nada y terminaban con ellos extrañamente calmados.

En su recorrido le insultó de mil maneras habidas y por haber, y él solo se reía y le aconsejaba en tono de burla, que no hablara si quería seguir corriendo a su ritmo. En una de estas Peter salto un palo, al caer pisó mal, y trastabillo milisegundos, suficientes para que Lali lo alcanzara, por lo que se le montó encima y él se tiró al suelo con cuidado de no lastimarla, todo: para recobrar el control.

-¡¡¡Laaa, me lastimas!!!- se quejó cuando ella le mordió el hombro, su juego era agresivo.

-¡¡¡Peter, párate!!! – se quejó cuando la espalda de él la aplastó contra el suelo.

-¡¡¡suéltame entonces!!!- Ella lo soltó y él colocó de cuclillas, cuando ella quiso huir la tomó de la pierna, cayendo al suelo y dejándola vulnerable para montarse sobre ella, inmovilizándole manos y pies– sigues confiando en el enemigo- se burló entre risas y comenzó a hacerle cosquillas.

Ella soltaba carcajadas sin parar, no podía pedir auxilio solo decía “Yaaa” e intentaba tomarle las manos, pero no podía. ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil entre ellos, si en este momento parecía tan fácil?

-¡¡¡Pitt!!! ¡¡¡Por favor!!!- suplicó y él detuvo sus manos.

Ella se quedó tendida en el suelo, exhausta, recuperando la respiración, el sentido común, su ubicación en tiempo, espacio y persona. Él le acomodó la camisa que se le había subido demás, por el forcejeo.

-he ganado esta batalla, pequeña.

-con trampa- exhaló notoriamente. –me vengaré- sentenció.

-y yo estaré preparado.

Ella sonrió y él se levantó tendiéndole la mano para ayudarle. Al principio Lali dudó, pero después se la tomó y él la levanto en un movimiento. Quedaron un poco cerca, pero no importaba la distancia, Lali siempre se sentía nerviosa ante la presencia de Peter.

-amigos…- concluyó Lali respondiendo su propuesta dándole un apretón a sus para luego soltarlo.

Se regresaban a la cancha de juego, se habían alejado sin darse cuenta y Peter se burlaba de las coreografías de ella, y Lali de sus galanterías baratas ante las nenas de años menores. Peter no quiso seguir jugando solo para ver a Lali animar al equipo. Llegaba un punto en que no sabía qué estrategia tenía. ¿Ser amigos? ¿y ella se creía eso? Pero le seguiría el juego, porque ahora lo que ella más necesitaba era eso. Un amigo.

Ella dejo de hacer porras y se acercó a él por detrás.

-sentiría tu presencia a kilómetros de distancia.- Peter habló sin voltear y de repente sintió como el agua corría por su rostro, le había echado un vaso de agua en la cabeza. Esperó que cayera y para girar la cabeza y ver su sonrisa victoriosa.

 -sigues confiando en el enemigo…- se acercó a su oído y le susurró.-la batalla la he ganado yo- dejó un beso en su mejilla y cuando iba a seguir su camino él le tomó la mano.

-hay algo que no nos hemos dicho.- ella lo miró extrañada. –Nico-

-no quiero hablar de él.

-tienes que hacerlo.

-no contigo.

-anoche fue a tu cuarto- dijo a pesar de que ella no lo quería escuchar. - yo fui quien le dijo quien eras.

-tu no sabes nada de mi y ese ser tampoco.- se soltó la mano.

-Mar…- suspiró – en mi tienes un amigo de verdad… si necesitas algo…

-no necesito nada de ti, ni de ese ser que dice ser mi padre después de 16 años de soledad.

...

Dedicado a Sweetlaliter por ser la primera en firmar. 
Estoy mejor de salud, Gracias por estar pendiente. =)

Se les quiere un montón <3

FIRMEN VAGAS!!!!! Mas Comentarios = Más NOVELA =)