Capítulo 74 "TAPS: Custodiando Al Amor"

TE AMARÉ POR SIEMPRE: Custodiando Al Amor

Capítulo LXXIV: Primera vez

Tomo su mano deteniéndola, sólo eso, sin quitarla de allí. Mirándolo a los ojos brillosos que

tenía, esos ojos que emanaban amor, deseo, pasión, vida; con respiración agitada, sintiendo el

calor de cada exhalación, con la piel de gallina, erizada por algo más de el furor del momento;

sonrojada a más no poder, por la llegada de su primera vez; con las manos sudorosas,

temblorosas; estaba nerviosa y a la vez tan segura.

Peter lo sentía, pero hasta ahora, hasta éste momento que lo detuvo no le daba importancia a

esos detalles. Lali lo estaba enseñando que no es lo mismo tener sexo a que te hagan el amor.

Tener sexo era igual a excitarse, acostarse y a la mañana siguiente si te he visto ni me acuerdo,

tener sexo era aspirar a más con cada encuentro para no aburrirse, tener sexo era darse unos

besos, meterse mano y buscar la satisfacción propia.

En cambio hacer el amor era completamente diferente, era estar pendiente de cada detalle,

porque cada uno marcaba una diferencia de gran magnitud por sí sólo. Sentir cada parte de su

cuerpo de ese modo de por sí marcaba una diferencia, jamás le había rogado a una mujer para

hacerle el amor, por lo general ellas le rogaban a él.

Tampoco habían interrumpido tantas veces sus posibles encuentros sexuales, ellas se

encargaban de aislarse de todo, y de todos para que no hubiera interferencia, le apagaban su

celular por ejemplo, cosa que le causó siempre gran enojo. Lali era diferente, ella dejaba que las

cosas siguieran su curso.

Lo seducía de un modo muy particular, en el que inconscientemente terminaba envuelto,

rendido a sus pies; era una droga que jamás dejaría de consumir; era un amor que jamás dejaría

de sentir; era deseo; era pasión; era un volcán en erupción cuya lava recorría sus sentidos,

enardecía sus sentimientos.

-Recuerda que soy virgen-

Le dijo Lali suave e inocentemente soltando su mano de nuevo. Se aferró sutilmente con ambos

brazos a su cuello y enterró su rostro en su cuello, como preparándose para lo que él iba a hacer,

que fuera lo que fuera, confiaba en que no le haría ningún mal.

Peter sonrió al ver la disposición de Lali y se enamoró un poco más de ella, si es que era posible.

Era tan tierna, tan dulce, tan inocente, y a la vez tan mujer, tan pasional, tan suya. No pensaba en

si había estado con otro o no, el amor no lo dejaba, pensaba en cómo hacerla disfrutar a partir de

éste momento.

Sabía que si le soltaba la mano era porque confiaba en él, otra vez, pero ahora no la defraudaría.

Quitó su mano de su órgano antes de penetrar y ella levantó su cabeza extrañada para verlo.

Antes de que pudiese hacer alguna pregunta Peter la besó pasionalmente pero lleno de amor

quería drenar toda la revolución de emociones que existían dentro de él.

La cargó en sus brazos sin despegarse de ella y de dirigió a la cama para acostarla, suave y

delicadamente, con él encima pero sin aplastarla, jugaron con sus lenguas unos minutos pero a

Peter le invadieron los recuerdos del mal rato que acababa de hacerle pasar, su corazón se

paralizó y sus ojos reflejaron enseguida su dolor por haber hecho sufrir tan cruelmente a su

amor. Detuvo el beso y le dijo sincero, mirándola a los ojos, y derramando una lágrima que no

pudo controlar:

-Mi amor perdón, perdóname...perdóname por favor..-ella acarició su rostro quitando sus

lágrimas- de verdad perdóname, fui un idiota, un imbécil, un...-

Lali lo beso dulcemente, para silenciarlo, para reconfortarlo, para calmarlo. Había cometido un

error, pero quería remediarlo y ella le iba a dar esa oportunidad:

-Cura mi dolor, y estarás perdonado- susurró en su boca, con la mirada fija en sus ojos.

-Te Amo-

Susurró y la beso nuevamente desatando con lentitud el nudo de su bata de baño, rosando

sensualmente su pancita, causando un escalofrío en su cuerpo, excitándola aún más. Quería

disfrutar de cada detalle como nunca lo había hecho, así que se tomaría su tiempo. Mientras el

acariciaba su piel, ella le quitaba su camisa, acariciando sus brazos.

Se fueron sentando poco a poco y ella dejó su boca para besar su cuello, todo su torso, hasta

llegar a botón de su pantalón, el cual desabrochó. Cada beso dejado por ella quedaba grabado en

el espacio de su piel, era disfrutado por sus sentidos, era manifestado por profundos suspiros.

Él terminó de quitar su bata dejando su cuerpo desnudo, el cual admiró mientras ella quitaba su

pantalón: jamás había visto una mujer más hermosa que Lali, y allí estaba, solo para él, se sentía

el hombre más afortunado del universo, el más feliz, el más amado.

La acostó nuevamente en la cama con un beso lleno de amor y fue bajando por cada parte de su

cuerpo dejando su huella, toda su piel fue tocada por sus manos, acariciada por sus labios,

saboreada por su lengua.

Al besar sus pies tuvo delicadeza de no lastimarla, más bien le causó un poco de cosquillas a Lali,

él rió junto con ella, y después de clavarle una profunda mirada subió de nuevo sin su bóxer.

Eso la tensó un poco: estaba segura de que quería hacerlo con Peter, pero no podía evitar

sentirse nerviosa. Era la primera vez que se desnudaba frente a un hombre, era la primera vez

que veía a un hombre desnudo decidida a entregarse a él. Ellos habían tenido sus encuentros

pero era meramente pasional, éste era distinto, era por completo lleno de amor.

Él se colocó entre sus piernas y antes de entrar notó la estrechez de su vagina. Sabiendo que era

por los nervios, había llegado a la conclusión de que si entraba le iba a doler, así que no lo haría.

Quería que ella sintiera el mismo amor que sentía él, quería que su cuerpo lo recibiera en total

plenitud. No era el hecho de penetrarla, porque podía hacerlo y con los movimientos más la

seguridad que fuese adquiriendo se relajaba; era el hecho de hacerlo por amor.

Se despegó un poco y se dedicó a besarla. Bajó una mano a su pecho y lo comenzó a acariciar:

conforme movía su lengua, movía sus dedos alrededor de su pezón. A Lali le había extrañado que

no hubiese entrado, pensó que él no la veía preparada:

-Pitt estoy lista- dijo sobre sus labios para que hiciera lo que tenía que hacer.

-ssshhhhh.... Te Amo- y la besó nuevamente más apasionado, ella se fue olvidando de que él la

iba a penetrar y se dedico a disfrutar del beso, de su cuerpo, de sus caricias. Pasaba sus manos

por su espalda, causando un cosquilleo especial en el cuerpo de Peter, por lo que de vez en

cuando sonreía. Era un beso intenso, eran caricias intensas, era amor puro, que traspasaba la

piel, llegaba al alma.

SEAN FELICES

*GMR*