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martes, 7 de febrero de 2012

CAPÍTULO 34: Apostando Al Amor


DEDICADO A LAS NUEVAS LECTORAS...
ALGUNAS FIRMITAS Y HAY MAS! =)

APOSTANDO AL AMOR




 Capítulo XXXIV: “14 años sin llorar”
Cuando Peter logró calmarse después de que Valeria casi lo mata por lo que le dijo Pablo de que le había pegado a Lali, no el dio mayor detalle y sintetizó todo en un “la encontré con otro hombre”. Vale le dio la razón a Mariana porque según: “él la trataba mal, no la quería y tuvo que buscar amor en otra parte.”
 Subió al cuarto con gasas y agua limpia, y abrió la puerta sin tocar, encontrándola mirando hacia la ventana, tal y como él la había dejado. Se acercó y se sentó cerca de ella, todo era más fácil cuando Lali simplemente hablaba mucho y él tenía que escucharla y callarla de un beso cuando estaba demasiado tentado por la sensualidad de sus labios; ahora era ella quien necesitaba que él hablara, sin embargo él mismo no se lo permitía porque no sabía como reaccionaría.
Lali no se molestó en mirarlo, y él intentó limpiarle los brazos de algo de sucio que le quedó de las caídas, pero ella se movió en sentido de rechazo. Definitivamente esto le dolía en el alma. Quiso apartar su cabello de la cara y ella se limitó a alejarse solo unos pocos centímetros y girar la cara.
-déjame limpiarte- le dijo no intentando sonar tan rudo, como estaba acostumbrado a hablar cuando algo no se hacía como él quería.
-no- respondió temerosa y con ojos llenos de lágrimas – yo lo hago-
-por favor…- suplicó y se acomodó mas cerca de ella y Lali se acurrucó en sí misma abrazando sus piernas y temblando de pánico, lo miraba de reojo con la cabeza agachada.
-no lo necesito- mintió para que se alejara. Peter se acercó mucho mas y Lali sentía el calor de su mirada sobre sí misma, no pudo evitar levantar los ojos que la miraban expectantes, como rogando que aceptara.
Aflojó su cuerpo poco a poco y lentamente levantó la cabeza como dándole paso a que hiciera lo que quisiera, después se fuera y la dejara en paz. Él subió la mano con la bolsa con hielo y sumamente despacio y con extrema delicadeza la colocó sobre el rostro.
Apenas le rosó el frío le sorprendió a Lali por más que estuviese preparada y se estremeció.
-¿Te dolió?- preguntó apartando un poco el hielo y ella negó ligeramente con la cabeza. Él coloco de nuevo la bolsa de hielo e hizo un poco de presión, Lali no se quejó, Peter la miraba esperando una reacción, estaba tenso, dolido, inseguro, sensibilizado… y cuando no pudo soportar mas el silencio salió una lágrima de los ojos de ella que transito por su mejilla y terminó desgarrándole el alma.
-Perdóname…- susurró afectado –yo nunca le había pegado a una mujer, te lo juro- confesó sincero, arrepentido, con fervor.
-siempre hay una primera vez para todo- habló con un tono de voz muy bajo, limpiando otra lágrima que en contra de su voluntad caía y sin querer verlo a los ojos.
-Te juro por mi vida que no lo volveré a hacer, antes me arranco las manos- y después de exactamente 14 años sin llorar, una lágrima salió de sus ojos que limpió antes de que Lali se percatara.
Ella no decía nada, no oponía resistencia, parecía no estarlo escuchando. Controló sus sentimientos suspiró profundo y con suavidad levantó el rostro de ella posando un dedo en la barbilla.
-Mírame Lali- le ordenó con una voz más dura de lo que de verdad sentía, ella subió la vista. Ojos llenos de lágrimas contenidas, teñidos de rojo de tanto llorar, parpados edematizados del llanto, cara hinchada, por su culpa. No era la chica de la que creyó estar enamorado, la estaba convirtiendo en otra –perdóname- lo veía con recelo, con pureza, con dolor, limpió una lágrima que rodaba por la mejilla de ella con el pulpejo de sus ásperos dedos –perdóname por favor, perdóname…- suplicó y esta vez no pudo disimular las lágrimas de sus ojos y cayeron sin pudor por las mejillas.
Lali no podía creer que estuviese llorando, intentaba ser tan dura, tan fría, tan intangible como él pero no podía, eso no era ella, y por eso él se aprovechaba, pero no podía evitarlo. Limpió sus lágrimas con sus delicadas y suaves manos, y Peter cerró los ojos disfrutando de su tacto, sería tan fácil dejarse llevar, pero no debía.
Abrió los ojos y detalló su mejilla hinchada, de verdad que no midió su fuerza, estaba completamente fuera de sí y no pensó que era una mujer, ni siquiera pensó que era Lali, sólo veía a una traicionera en acción, y tal vez se lo merecía, pero no debió haberlo hecho.
Le dio la bolsa con hielo para que se la colocara de nuevo y le limpió los labios que acababa de besar hace apenas un par de horas; tan provocativos, tan carnosos, tan suculentos y ahora hinchados y lastimados por su sobredosis de estupidez. De nuevo se sentía tentado, de nuevo se sentía empujado a caer en ellos y borrarle de un beso tanto dolor.
-Perdóname- dijo para romper el silencio, tal vez si hablaba recordaba porque la odiaba – no me voy a cansar de decirlo hasta que me perdones-
-yo pienso que las palabras duelen más que los golpes físicos- respondió neutral.
-eso no me hace sentir mejor- confesó parando su labor y mirándola a esos ojos llenos de tristeza.
-a mi tampoco- bajó la bolsa con hielo – si me liberas tal vez…-
-ni lo sueñes- interrumpió y procedió a limpiar el resto de la cara con gasas y agua.
Ella sólo bajó el rostro y él se lo subió de nuevo.
-Te Juro por lo que quieras que no lo volveré a hacer…-
Ella buscó en su rostro una pizca de mentira, de falsedad, de engaño y no la encontró… después buscó en su mente una pizca de sentido común o de raciocinio y tampoco la encontró. Sintió ardor en sus labios, se tocó y al ver sus dedos tenía un poco de sangre.
-y haría lo que me pidieras para lograr tu perdón- ella lo miró atenta – cualquier cosa menos dejarte ir…- aclaró y a Lali se le oscureció un poco su mirada y simplemente se mordió el labio para limpiarse la poca sangre que salía de allí.
Él tomó una gasa para limpiárselos, y de repente se le nubló la mente de nuevo, este sentimiento era distinto a los que había experimentado en toda su vida. Era tranquilidad… era paz… era…
La besó, hizo un ligero contacto con sus labios para tapar sus pensamientos y lentamente la besó… era un roce, un suave roce con sabor salado gracias a las lágrimas, temía que ella se alejara, temía que se tensara, temía el rechazo… pero Lali abrió un poco su boca, y se acercó acentuando el contacto.
Suavemente movía sus labios, con delicadeza los acariciaba con la lengua, paso a paso se caía el muro que él mismo había construido, con vigor su corazón latía, con velocidad extrema transitaba la sangre por sus venas, y sin permiso sus pensamientos, sus sentimientos se aclaraban.
Era tan evidente que resultaba increíble, era tan inmenso que no lo había querido ver, era tan sencillo que quiso complicar las cosas para tapar la realidad, tapar lo que su corazón gritaba, tapar lo que quiso evitar desde que tuvo uso de razón: Estaba enamorado, profunda enamorado de Mariana Espósito.
La amaba tanto que le dolía, que lo cegaba, que lo obsesionaba… esta revelación le hizo tomar consciencia de la debilidad que significaba ella para él, se separó de repente y pretendía marcharse hecho un mar de confusiones o mejor dicho de revelaciones; pero Lali lo tomó del brazo para que no se escapara y no le dio tiempo ni siquiera de levantarse.
-Te creo…- le dijo con la paz que la caracterizaba. Subió su mano al rostro de él y limpió la lágrima que un segundo después cayó “¿Cómo se pudo anticipar?” se preguntó Peter – y si mi perdón es lo que necesitas para quitar esos ojos tristes, lo tienes-

CONTINUARÁ


3 comentarios:

  1. uy que capiii , fuerte eh !! mas novee

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  2. Este es un capitulon dios pon el siguiente hoy que me emocione. Firma @chiki_87

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Gracias por comentar =)