DEDICADO
A LAS NUEVAS LECTORAS...
ALGUNAS
FIRMITAS Y HAY MAS! =)
APOSTANDO AL AMOR
Capítulo XXXIV: “14 años sin
llorar”
Cuando Peter logró calmarse después de que Valeria casi lo mata por lo
que le dijo Pablo de que le había pegado a Lali, no el dio mayor detalle y
sintetizó todo en un “la encontré con otro hombre”. Vale le dio la razón a
Mariana porque según: “él la trataba mal, no la quería y tuvo que buscar amor
en otra parte.”
Subió al cuarto con gasas y
agua limpia, y abrió la puerta sin tocar, encontrándola mirando hacia la
ventana, tal y como él la había dejado. Se acercó y se sentó cerca de ella,
todo era más fácil cuando Lali simplemente hablaba mucho y él tenía que
escucharla y callarla de un beso cuando estaba demasiado tentado por la
sensualidad de sus labios; ahora era ella quien necesitaba que él hablara, sin
embargo él mismo no se lo permitía porque no sabía como reaccionaría.
Lali no se molestó en mirarlo, y él intentó limpiarle los brazos de
algo de sucio que le quedó de las caídas, pero ella se movió en sentido de
rechazo. Definitivamente esto le dolía en el alma. Quiso apartar su cabello de
la cara y ella se limitó a alejarse solo unos pocos centímetros y girar la
cara.
-déjame limpiarte- le dijo no
intentando sonar tan rudo, como estaba acostumbrado a hablar cuando algo no se
hacía como él quería.
-no- respondió temerosa y
con ojos llenos de lágrimas – yo lo
hago-
-por favor…- suplicó y se
acomodó mas cerca de ella y Lali se acurrucó en sí misma abrazando sus piernas
y temblando de pánico, lo miraba de reojo con la cabeza agachada.
-no lo necesito- mintió
para que se alejara. Peter se acercó mucho mas y Lali sentía el calor de su
mirada sobre sí misma, no pudo evitar levantar los ojos que la miraban
expectantes, como rogando que aceptara.
Aflojó su cuerpo poco a poco y lentamente levantó la cabeza como
dándole paso a que hiciera lo que quisiera, después se fuera y la dejara en
paz. Él subió la mano con la bolsa con hielo y sumamente despacio y con extrema
delicadeza la colocó sobre el rostro.
Apenas le rosó el frío le sorprendió a Lali por más que estuviese
preparada y se estremeció.
-¿Te dolió?- preguntó apartando
un poco el hielo y ella negó ligeramente con la cabeza. Él coloco de nuevo la
bolsa de hielo e hizo un poco de presión, Lali no se quejó, Peter la miraba
esperando una reacción, estaba tenso, dolido, inseguro, sensibilizado… y cuando
no pudo soportar mas el silencio salió una lágrima de los ojos de ella que
transito por su mejilla y terminó desgarrándole el alma.
-Perdóname…- susurró afectado –yo nunca le había pegado a una mujer, te lo
juro- confesó sincero, arrepentido, con fervor.
-siempre hay una
primera vez para todo- habló con un tono de voz muy bajo, limpiando otra lágrima que en
contra de su voluntad caía y sin querer verlo a los ojos.
-Te juro por mi vida que no lo
volveré a hacer, antes me arranco las manos- y después de exactamente 14
años sin llorar, una lágrima salió de sus ojos que limpió antes de que Lali se
percatara.
Ella no decía nada, no oponía resistencia, parecía no estarlo
escuchando. Controló sus sentimientos suspiró profundo y con suavidad levantó
el rostro de ella posando un dedo en la barbilla.
-Mírame Lali- le ordenó con
una voz más dura de lo que de verdad sentía, ella subió la vista. Ojos llenos
de lágrimas contenidas, teñidos de rojo de tanto llorar, parpados edematizados
del llanto, cara hinchada, por su culpa. No era la chica de la que creyó estar
enamorado, la estaba convirtiendo en otra –perdóname-
lo veía con recelo, con pureza, con dolor, limpió una lágrima que rodaba por la
mejilla de ella con el pulpejo de sus ásperos dedos –perdóname por favor, perdóname…- suplicó y esta vez no pudo
disimular las lágrimas de sus ojos y cayeron sin pudor por las mejillas.
Lali no podía creer que estuviese llorando, intentaba ser tan dura,
tan fría, tan intangible como él pero no podía, eso no era ella, y por eso él
se aprovechaba, pero no podía evitarlo. Limpió sus lágrimas con sus delicadas y
suaves manos, y Peter cerró los ojos disfrutando de su tacto, sería tan fácil
dejarse llevar, pero no debía.
Abrió los ojos y detalló su mejilla hinchada, de verdad que no midió
su fuerza, estaba completamente fuera de sí y no pensó que era una mujer, ni
siquiera pensó que era Lali, sólo veía a una traicionera en acción, y tal vez
se lo merecía, pero no debió haberlo hecho.
Le dio la bolsa con hielo para que se la colocara de nuevo y le limpió
los labios que acababa de besar hace apenas un par de horas; tan provocativos,
tan carnosos, tan suculentos y ahora hinchados y lastimados por su sobredosis
de estupidez. De nuevo se sentía tentado, de nuevo se sentía empujado a caer en
ellos y borrarle de un beso tanto dolor.
-Perdóname- dijo para romper
el silencio, tal vez si hablaba recordaba porque la odiaba – no me voy a cansar de decirlo hasta que me perdones-
-yo pienso que las
palabras duelen más que los golpes físicos- respondió neutral.
-eso no me hace
sentir mejor- confesó
parando su labor y mirándola a esos ojos llenos de tristeza.
-a mi tampoco- bajó la bolsa con
hielo – si me liberas tal vez…-
-ni lo sueñes- interrumpió
y procedió a limpiar el resto de la cara con gasas y agua.
Ella sólo bajó el rostro y él se lo subió de nuevo.
-Te Juro por lo que
quieras que no lo volveré a hacer…-
Ella buscó en su rostro una pizca de mentira, de falsedad, de engaño y
no la encontró… después buscó en su mente una pizca de sentido común o de
raciocinio y tampoco la encontró. Sintió ardor en sus labios, se tocó y al ver
sus dedos tenía un poco de sangre.
-y haría lo que me pidieras
para lograr tu perdón- ella lo miró atenta – cualquier cosa menos dejarte ir…- aclaró y a Lali se le oscureció
un poco su mirada y simplemente se mordió el labio para limpiarse la poca
sangre que salía de allí.
Él tomó una gasa para limpiárselos, y de repente se le nubló la mente
de nuevo, este sentimiento era distinto a los que había experimentado en toda
su vida. Era tranquilidad… era paz… era…
La besó, hizo un ligero contacto con sus labios para tapar sus
pensamientos y lentamente la besó… era un roce, un suave roce con sabor salado
gracias a las lágrimas, temía que ella se alejara, temía que se tensara, temía
el rechazo… pero Lali abrió un poco su boca, y se acercó acentuando el
contacto.
Suavemente movía sus labios, con delicadeza los acariciaba con la
lengua, paso a paso se caía el muro que él mismo había construido, con vigor su
corazón latía, con velocidad extrema transitaba la sangre por sus venas, y sin
permiso sus pensamientos, sus sentimientos se aclaraban.
Era tan evidente que resultaba increíble, era tan inmenso que no lo
había querido ver, era tan sencillo que quiso complicar las cosas para tapar la
realidad, tapar lo que su corazón gritaba, tapar lo que quiso evitar desde que
tuvo uso de razón: Estaba enamorado, profunda enamorado de Mariana Espósito.
La amaba tanto que le dolía, que lo cegaba, que lo obsesionaba… esta
revelación le hizo tomar consciencia de la debilidad que significaba ella para
él, se separó de repente y pretendía marcharse hecho un mar de confusiones o
mejor dicho de revelaciones; pero Lali lo tomó del brazo para que no se
escapara y no le dio tiempo ni siquiera de levantarse.
-Te creo…- le dijo con la
paz que la caracterizaba. Subió su mano al rostro de él y limpió la lágrima que
un segundo después cayó “¿Cómo se pudo anticipar?” se preguntó Peter – y si mi perdón es lo que necesitas para
quitar esos ojos tristes, lo tienes-
CONTINUARÁ
uy que capiii , fuerte eh !! mas novee
ResponderEliminarEste es un capitulon dios pon el siguiente hoy que me emocione. Firma @chiki_87
ResponderEliminarRE lindo el capi!!
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