CAPÍTULO 31: Apostando Al Amor

DEDICADO A LAS LECTORAS FIRMANTES...

ALGUNAS FIRMITAS Y HAY MAS! =)

APOSTANDO AL AMOR

 Capítulo XXXI:

A Lali se le subió todo a la cabeza: el peligro, los sentimientos, el pasado, el presente… TODO. De solo imaginar que Peter viera a Agustín lo mataba sin piedad, lo conocía lo suficiente en este tiempo como para pensar eso.

Él intentó acercarse apenas se cruzaron sus miradas y Lali hizo un movimiento totalmente nerviosa que llamó la atención de Peter después de decir una cantidad en la subasta. Le tenía la mano agarrada y ésta temblaba, sudaba, giró para verla y ella lo miró justo en ese momento.

-¿pasa algo?- preguntó intentado descubrir lo que expresaba su mirada, ella sólo negó con la cabeza. De inmediato otra oferta tuvo que hacer y ella aprovechó ese momento para abrir muy grandes sus ojos a Agustín que se abría paso entre la multitud y se detuvo de repente.

Lali sin querer apretó la mano de Peter y giró para verla de nuevo, y ella miraba el piso en ese instante, jugando con las puntas de sus zapatos.

-Tal vez una subasta no te parezca lo más divertido del mundo, pero al menos puedes disimular, estamos en público- le dijo de tal modo que sólo ella escuchó y dejó que los presentes hicieran más ofertas.

-no es por eso- respondió apenas audible levantando su rostro hacia él.

-¿Qué te pasa? No es normal que te pongas así –la tomó de la barbilla acercó a él- ¿o es que hasta ahora te da vergüenza el beso que me diste?-

-yo….yo….- rogaba que saliera algo de su mente en ese momento ¡Jesús ayúdame!- tengo que ir al baño- él frunció el ceño y entornó los ojos mirándola suspicaz -¿puedo?-

Peter acercó sus labios y la besó, muy lenta, tranquila y calmadamente delante de todo el mundo. Jamás lo había hecho de ese modo, comenzando con un simple roce que apenas le causaba un cosquilleo pero después profundizó progresivamente hasta que ella colocó una mano en su cuello impidiendo que se separara, sin importar los espectadores que tenían a su rededor comentando el acto, más sin embargo de repente él lo detuvo.

-no está bien hacer esto en público- le dijo trémula con los ojos cerrados.

-te doy cinco minutos o te voy a buscar- respondió demandante, serio, cortante. Como si nada hubiese sucedido.

Lali abrió los ojos con el ceño medianamente fruncido y veía una pared en su mirada, un hombre tosco, cruel, incapaz de saber lo que era el amor así lo golpeara en la cara con el.

-ya vuelvo- anunció antes de que él se arrepintiera y se levantó para salir de allí.

Se sintió un poco incómoda cuando estuvo perseguida por uno de los guardaespaldas pero tenía que encontrar a Agustín para poder hablar con él. Se tocó los labios y aún sentía el cosquilleo que le causó el beso, lástima que tuvo que hablar sino habría sido perfecto.

Nunca se había dado un “beso perfecto” a pesar de haberse dado ya unos cuantos. Uno que te robara el alma, que te paralizara el corazón, que nublara tu mente y te transportara a un mundo donde solo existiría ella y su amado, y éste estuvo a punto de serlo. Para su sinceridad Peter le agradaba cuando tenía los ojos cerrados y la boca ocupada en algo más que no fuesen las palabras.

-¡oh Dios Santo!- exclamó ante ese pensamiento.

¿Cómo podía estar buscando a Agustín y estar pensando semejante barbarie? Lo vio ocultarse en un callejón que daba paso hacia la playa y unas rocas, y supo que allí tenía que entrar sola si lo quería ver.

-Señor- se dirigió al guardaespaldas- los baños tienen mucha cola y de verdad me muero por hacer pipi- le dijo mirando señalándole la cola del baño –si yo me meto allá atrás salgo enseguida, lo prometo.- que Dios la perdonara por semejante mentira pero era la luz de esperanza que tenía después de tantas semanas.

-el jefe dijo que no le quitara los ojos de encima-

-no creo que el jefe le agrade mucho la idea de que me veas orinando- le dijo con obviedad.

-por favor, rápido señora, si el jefe se entera me despide y necesito este trabajo-

-cinco minutos- anunció yéndose al sitio donde se encontraría con Agustín.

El sitio estaba desierto y no se veía por ninguna parte pista de Agustín. La brisa soplaba alborotando su cabello y el ruido de las olas chocando con las rocas era lo único que se escuchaba. De repente sintió como una mano tapó su boca y ella se tensó totalmente.

-¿esperas a alguien?- soltó su mano y ella se giró.

-¡Agus!- exclamó con alegría, sorpresa y lo abrazó – ¡Agus mi amor, te extrañé!- sus ojos se llenaron de lágrimas sin poder evitarlo.

-Mi linda yo también te extrañé, ¿Dónde te habías metido? ¿y por qué estabas con ese hombre? No sabes lo que tuve que hacer para no lanzarme sobre ustedes cuando te estaba besando- le tomó la cara entre las manos al igual que ella.

-No se lo que pasa Agus, todo es demasiado confuso pero menos mal que no lo hiciste: ese hombre me tiene secuestrada-

-¿Qué?-

-es horrible, no entiendo nada, mi papá ¿que sabes de él? ¿no ha puesto denuncia?-

-No mi linda, pregunté por ti y lo que me dijo es que te fuiste con ese hacendado, a todos nos extrañó que ni siquiera te despidieras de nadie mas que él, yo no lo creí y fui a buscarte muchas veces, pero se me negó la entrada-

-él está loco Agustín, dice que estoy casada con él no me quiere escuchar, no me quiere creer, lo único que hace es decirme mentirosa e infantil y yo me molesté y entonces lo… lo…- hablaba sin parar pero que podía decirle, ¿que disfrutaba de como Peter la besaba? ¿Como La tocaba? ¿Que le enojaba que la ignorara tan deliberadamente después de cada encuentro?

-¿lo?- ella lo miraba dubitativa- ¿Lali ese tipo te hizo algo? – preguntó serio -Porque si te tocó es que me olvido de que soy seminarista y yo lo…-

-no me ha hecho nada Agus- por lo menos nada que ella no le permitió.

-¿segura?-

-segura.-

-mi amor tenemos que descubrir como sacarte de ese problema, es más ya mismo te vienes conmigo- la haló pero ella lo detuvo.

-¿estas loco o el calor te hizo mal? ¡¡él es un psicópata, nos va a buscar y no va a descansar hasta vernos muerto!!- dijo abrumada.

-¡Lali por el amor de Jesús! Las novelas se te subieron a la cabeza o ¿qué?-

-no lo conoces Agustín, él es malo-

-¿estas segura que no te hizo daño?-

-daño te va a hacer a ti si te ve aquí, vete y denúncialo a la policía- él suspiró con poco convencimiento y ella suavizó el tono de su voz -vámonos por lo legal mi lindo, no podemos saltarnos los pasos. Recuerda que el tiempo de Dios es perfecto y este no es el momento-

-esta noche Mi linda, esta noche te voy a buscar con la policía- le acarició el rostro y Lali cerró los ojos -casi me vuelvo loco cuando no acudiste ese día a nuestro sitio secreto- lo miró con los ojos entrecerrados y él se acercaba poco a poco -  te amo mi linda, te amo-

-yo… yo también- respondió ¿dubitativa?. Lo amaba, dia tras dia esperó este momento y aquí lo tiene.

Agustín  se acercó mucho más y la besó intensamente. Era un beso esperado, un beso que los dos extrañaban, un beso que querían que les moviera el universo, que los alejara del peligro, un beso que tiempo atrás se daban a escondidas y al parecer las cosas no habían cambiado demasiado. Un beso que Lali correspondió, un beso que tampoco fue perfecto y ella no entendía el porqué, para variar.

-¡¡¡¡¡¡¡MALDITO INFELIZZZ!!!!!!- se escuchó el grito y no se habían separado del todo cuando un disparo que fue directo hacia Agustín le rosó el hombro izquierdo –¡¡¡DESGRACIADO HIJO DE P*T@!!!! ¡¡¡¡TE VOY A MATAR!!!!-

Agustín se tomó el hombro con una muesca de dolor y Lali miraba confundida como Peter se acercaba a ella iracundo, jamás lo había visto tan enojado desde que lo conoce, estaba fuera de sí, como si el demonio se hubiese apoderado de su cuerpo. La miró y su vista atravesó su cuerpo, su alma, estaba ¿dolido?. Juraba que si quitaba todo ese enojo había dolor, estaba en shock, no asimilaba nada.

-¡¡¡¡ERES UNA PERRA!!!! - se acercó a ella y le dio una bofetada que la tumbó al suelo. –¡¡¡¡Y TU, MALDITO MAL NACIDO, TE VOY A MATAR!!!!-lo apuntó con la pistola y Agustín de repente entendió el miedo que vio en los ojos de Lali.

CONTINUARÁ

ALGUNAS FIRMITAS Y MASS!!