ENGÁNCHATE =)
ALGUNAS FIRMITAS Y HAY MAS CAPS! =)
DEDICADO A LA MAMÁ DE VICKY =D
APOSTANDO AL AMOR
Capítulo IX: ¿qué te pasa?
No podía dejar de recordar la
primera vez que la besó, estaban los dos en el puerto del pueblo, ella le
mostraba la fuente de ingreso monetario más importante de allí. Peter la había
buscado toda la semana y habían salido todos los días a distintos lugares sin
que su Padre mostrara enojo alguno, más bien se había mostrado condescendiente.
Hasta ahora le parecía un hombre
interesante, sencillo, amable, respetuoso, con el que podía hablar horas y
horas sin aburrirse, divertido, y sin hablar de lo atractivo que era, pero todo
esto eran atributos que no la impactaban demasiado, o eso quería creer.
Llegaron al muelle finalizando la tarde, él era un tipo callado, más de lo que
ella consideraba normal, pero este día lo notaba nervioso y varias veces le
preguntó qué le pasaba, pero él negaba que le ocurriese algo.
Ella le ofreció mirar el
atardecer aprovechando el momento, la gente estaba tan entretenida en qué
comprar, en qué vender, o en llegar a su destino que se perdían de las
maravillas de la naturaleza. Lo llevo a un sitio un poco alejado de tanto
barullo. Ella disfrutaba del paisaje, él disfrutaba de ella, cuando Lali lo
notó se incomodó un poco.
-¿sabes?, haz estado todo el día muy extraño-
se animó a decir.
-Son sólo ideas tuyas.-
-Peter, tal vez no nos conocemos lo
suficiente, pero no mientas. ¡Se te nota! Me miras extraño, como si me
quisieras decir algo y no supieras como hacerlo.-
-¿¡ahora resulta que lees miradas!?- le
dijo divertido, con una media sonrisa que a ella le encantaba, aunque jamás lo
admitiera.
-no, pero digamos que no sabes mentir-
-ok, lo admito, te quiero decir algo-
aceptó acercándose un poco más a ella. En toda la semana ella lo convenció para
que se quitara el traje de pingüino y se animará a ponerse algo más ligero, más
acorde con lo que usaban en el pueblo los turistas como él, una camisa de
colores estridentes y pantalones playeros.
-¡Al fin! Ya me estaba empezando a creer que
estaba enloqueciendo.-
-debes admitir que estas un poquito loca, y
culpa mía no es- ella sonrió, algo de razón tenía –aunque me gustaría que fuera por mi culpa- se extrañó por este
último comentario, y de repente no lo veía como el amigo que conoció por
casualidad y que la ayudó con sus flores, sino como un hombre con un fuego en
la mirada que acaloró todo su ser.
Peter se acercó un poco más y
apartó de su rostro el cabello que el viento movía a su antojo, ella estaba
paralizada, veía sus intenciones, sabía sus intenciones, y peor aún quería caer
en ellas.
-no… no te entiendo…-
-me gustas Lali, mucho. Tal vez demasiado-
confesó sin rodeos, con el alma transparente reflejada en sus ojos. – Eres la mejor mujer que he conocido en toda
mi vida, me pareces tan sincera, tan perfecta, tan para mí- confesaba
mientras se acercaba cada vez más.
-Eso no puede ser.-
- ¡si puede ser, es más lo es!-
-nosotros sólo somos amigos-
-si tú quieres podemos ser algo más-
-No… no…-se negaba pero no lograba
terminar la frase, estaba envuelta entre la confusión de lo que era y de lo que
podía ser.
-no te quiero presionar, pero me voy mañana
temprano a la ciudad y necesitaba que supieras todo lo que siento por ti-
-y ¿qué sientes?-
-lo siento todo y a la vez no sé qué es lo que siento, siento que eres
para mí, que jamás conoceré a alguien como tú, deseo que estés cerca de mí
siempre que no te alejes jamás, siento que…- se calló un segundo para ordenar sus ideas, él
estaba abrumado por todo lo que su corazón sentía, ella por entender que era lo
que le pasaba a Peter.
-somos amigos- repitió ella, más que
para recordárselo a él, era para recordárselo a sí misma.
- a ti ¿no te pasa lo mismo? ¿No sientes que
aquí hay algo especial?- ella sólo lo miraba, cualquier cosa que respondiese
era mentira.
-yo…no…- fue lo más sincero que pudo
responder, aunque lo hizo dubitativa.
– Está bien, no te voy a presionar- ¿tan
fácil se dio por vencido? Se preguntó a sí misma. Pero ¿qué dices Lali? ¡Es lo
mejor!
-mejor nos vamos- él accedió sin protestar.
¡Estaba enojada con él! Pero más
aún ¡consigo misma! Esto le pasaba por leer demasiadas novelas, en las que los
protagonistas no se conforman con un no y la obligan a admitir sus sentimientos
por ellos. Si seguía comparando a los hombres de la vida real con los de sus
sueños se quedaría soltera. En especial cuando el dueño de su corazón se
debatía entre Dios y ella.
Sacudió su cabeza de tantos
pensamientos y estuvo callada casi todo el camino de regreso. Peter se percató
de ese detalle y ahora era él quien le preguntaba a ella que pasaba. La
acompañó hasta su casa como todos los días que salieron juntos.
-gracias por acompañarme- dijo ella y se
iba a meter al portón de su casa pero él la detuvo.
-espera- sostuvo la reja de la entrada
antes de que ella la abriera, para que no caminara- no me vas a decir ¿qué te pasa?-
-nada- respondió tranquila.
-yo no quiero que mis sentimientos cambien
las cosas entre nosotros- dijo directamente.
-no es por eso-
-¿Por qué entonces?- ella bajó su mirada- ¿no
confías en mí?-
- no es nada Peter, de verdad- quería salir del paso, entrar a su casa y
ordenar sus ideas.
- muy bien, si tú lo dices.- él tenía algo en su mirada, eso que delataba
sus intenciones, ese algo que no podía precisar exactamente que era hasta que
lo hacía.
- yo sé que no me crees pero de verdad te digo no pasa nada, y tus
sentimientos no interferirán nunca en nuestra amistad, es más podemos olvidarlo
si quieres- ofreció
con una sonrisa casi fingida, hasta cierto punto eso era verdad, lo que le
afectaba era lo que no había hecho. Peter solo la miraba, como intentando ver
más allá de lo que decían sus palabras. –Bueno
ahora si voy a entrar antes de que mi papá se enoje, ya sabes cómo es- se
acercó para darle un beso en la mejilla a modo de despedida pero él la
sorprendió capturando sus labios.
La primera reacción de ella fue
alejarse de él, pero Peter se lo impidió. La envolvió con sus brazos, pegándola
a su cuerpo, sosteniendo su cabeza. Y pasaron sólo algunos segundos antes de
que ella correspondiera. A pesar del forcejeo del principio el beso jamás fue
agresivo, fue tranquilo, esperado para ambos aunque Lali no fuera consciente de
ello.
Cuando ella se relajó, él se
movió con total libertad en su boca, recorría cada parte de esta con sus labios,
con su lengua, disfrutando de la suavidad de los mismos, deleitándose con su
sabor particular. Al principio Lali estaba cohibida, pero después le seguía el
ritmo. Él hizo que ella se olvidara de todo, y de todos. Sentía que no estaba
bien, sino que estaba muy bien. Demasiado para su gusto.
CONTINUARÁ
le hablo con sinceridad d sus sentimientos x ella,y Lali correspondio el beso.La k se les viene es d ordago.
ResponderEliminarReitero,lo bueno de releer estos cap es recordar detalles q me había olvidado,él le había declarado abiertamente sus sentimientos!Se encerró después de todo lo q pasó!Entonces por qué ahora se atraganta con sus sentimientos al hablarle?Vamos Lanzani!Volve a abrirte q ahora sí ella está perdida con vos!
ResponderEliminarmaaaassss ;) Cate
ResponderEliminarMÁS MÁS MÁS MÁS! :)
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