DEDICADO
A LAS NUEVAS LECTORAS...
ALGUNAS FIRMITAS Y HAY MAS!
=)
APOSTANDO
AL AMOR
Capítulo XV: completamente
segura
Ella negó ante esa
pregunta- vi cómo te desgarraba el
vestido, ¿hizo algo más?- ella negó
nuevamente- ¿segura?- insistió y
ella asintió – entonces ¿por qué no me
miras a los ojos?-
-por… por… lo siento- dijo al fin, no
sabía cómo disculparse, en realidad no sabía si podría lograr que él la
disculpara por eso, todo esto se desató por ella: escapar en una ciudad que no
conoce, ¿Qué pensaba? Si nunca había salido de su pueblo y apenas se podía
defender allí sola, ¡como lo iba a hacer en la capital!
-no te disculpes por eso La…-
-no… lamento haberme esca…-
-¿Qué te dije?- interrumpió amenazante.
-pero es que…- ella levanto el rostro y
miró su cara con el ceño fruncido – tu
no entiendes… si yo no hubiese…-
-Lali, si no hiciéramos muchas cosas, no pasaran muchas cosas, pasó
así y ya, no hay que disculparse-
-es que no me siento bien- dijo nuevamente amenazando con un puchero y él
no resistió más la tentación que esto le provocaba y se animó a besarla.
Lo hizo tan suavemente que era
una caricia a sus labios, a sus inseguridades, a sus dudas, a su alma. Ni había
intención de otra cosa que no fuera reconfortarla justo en este momento en que
ella lo necesitaba. Era la situación perfecta, el beso correspondido que le
daba la princesa a su príncipe después de éste haberla salvado.
Esto la llenó mucho más de lo
que hubiese esperado, se sentía viva, sana y salva, y por un segundo pensó que
no necesitaba nada más para ser feliz. Fue una simple caricia, un sublime
contacto de labios, un deseo compartido, pero era lo que le hacía falta para
sentirse completamente segura.
-¿ahora si te sientes bien?- preguntó
después de separarse, con una picardía
seductora que hizo que a Lali se le subiera el color a sus mejillas,
increíblemente la respuesta a esa pregunta era un “sí” total y rotundo, pero
ella se avergonzó tanto que ocultó su rostro en el pecho de él y se quedó allí.
Gracias a Dios Peter no le dijo
más nada, lo que hizo fue acariciar su cabello y su hombro durante todo el
camino. Para él el silencio y ese rubor en su rostro había sido la mejor
respuesta que había recibido a su pregunta, pero no se podía engañar, aunque no
lo quisiera, aunque la secuestrara mil veces, aunque la tuviese retenida toda la
vida, ella tenía otro inquilino albergando en su corazón.
A Lali le encantaba estar así,
siempre había querido saber que se sentía tener un amor libre en el que algo
tan simple como recostarte en el pecho de tu novio por el simple placer de
hacerlo fuera mágico, y a pesar de que no sentía por Peter más que una
displicente atracción y no dejaba de lado el hecho que él la tenía secuestrad,
no podía evitar imaginar si fuesen algo más.
Escuchaba el latido de su
corazón, sentía sus exhalaciones en la cabeza, estaba protegida por sus brazos,
no pensaba si estaba bien o mal, no quería pensar, solo disfrutaba del momento,
después ya vería que hacer. En el mismo sentido, a Peter le encantaba tenerla
así, en sus brazos, protegiéndola de cualquier cosa que pudiera afectarla,
principalmente calmada y por voluntad propia.
Cuando la secuestró no pensaba,
solo sentía ira, tristeza, odio, y un profundo resentimiento por el engaño del
que fue víctima, y en un ataque impulsivo de venganza la raptó, haciendo
justicia por sus propios medios en el sentido más material, pero nada de eso lo
preparó para lo vulnerable que era teniéndola tan cerca.
Tal vez si Lali se animase a
decir la verdad, a confrontar todo lo que hizo, a explicarle porque lo engaño
con otro tipo, porque quiso estafarlo, llegarían a un acuerdo donde ninguno de
los dos salieran perjudicado, aunque así ella se reivindicara sentía que él era
el más desfavorecido, porque puso en juego su corazón y salió perdiendo.
Fueron a su mansión, quedaba un
poco distante de la ciudad pero al menos era más cercana que el pueblo, a
cuarenta y cinco minutos exactamente. Lali se quedó dormida en su pecho,
probablemente pasó la noche deambulando sin sentido por las calles, sin agua,
sin comida, sin un lugar decente donde descansar aunque fuese un momento.
Cuando llegaron la bajo del auto
en sus brazos y Valeria, la ama de llaves de la mansión, le encantó que por fin
pudiera conocer a la señora de la casa. Adoraba a Peter y se le veía feliz
desde que regresó a casa aparentemente casado, ella era amiga, casi hermana de
la infancia de Peter, y su madre trabajo para sus padres en la hacienda, ella
la mandaba a llevarle a él lo que necesitara mientras trabajaba ardua e
incesantemente bajo la luz del sol.
Cuando la madre de Vale murió
siendo una niña de nueve años, la mandaron a ese lugar, como una sirvienta más
del montón, y sin considerar su corta edad ni la vida entera de servicio que
les dedicó su madre la ponían a trabajar duro, día y noche si era necesario,
peor cuando los padres de Peter murieron, y él se hizo cargo de todos los
bienes, la colocó a ella como encargada de la mansión.
Él saludo dando la seña que su
esposa venía dormida así que no hizo ruido alguno, a Valeria le extrañó las
condiciones en las que ambos llegaron pero ya después Peter le contaría lo que
había pasado. Ella se había tomado la molestia a petición de Peter de equipar
un closet con toda la ropa que necesitara, lo extrañó cuando lo hizo era que
ambos estuviesen en cuartos separados estando casados, pero a juzgar por la
alegría constante en la que vivía no le importó demasiado.
CONTINUARÁ
Quiero más novelaaaa! Jaja :) Esta buensiima :) @Ruby_j7
ResponderEliminarMAAAAAS
ResponderEliminarBuenisimo!Lali parecia una gatita mimosa,y él siempre abajo de esa coraza un tierno,protector!Cómo me gusta esta nove!
ResponderEliminarMUY LINDO, TE FELICITO!!
ResponderEliminarME ENCANTO RE TIERNO!
AgostinaG
mas!
ResponderEliminarPor fa publicamas de los primeros capitulos que ahora le estoy agarando forma pero mefalta mucha informacion,es un vicio tu novela para mi. Firma chiki_87 dominicana
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