CAPÍTULO 54: Apostando Al Amor

Ustedes cumplen con las firmas y yo con los capítulos 

SI ME FIRMAN COMO ANÓNIMO Y NO SE IDENTIFICAN EN EL COMENTARIO, NO SE QUIENES SON =)

APOSTANDO AL AMOR

MENCIÓN ESPECIAL A LA EDITORA DE LA IMAGEN:

DAMU

*DEDICADO A LA PRIMERA EN FIRMAR:

ANGÉLICA =D

Capítulo 54:TU PAPÁ TE APOSTÓ

Pero segundos después reaccionó retornando a la realidad y se dio cuenta que de no ser por algún interés ni ella ni nadie lo amaría. Se recostó en la cama y cerró los ojos. Había cometido demasiados errores con Lali, tantos que no sabría si algún día se los perdonaría, pero al menos ya tenía una solución que era lo mejor para ambos, o eso quería creer.

Lali se tardó todo lo que pudo, muchas emociones recorrían cada parte de su ser en ese momento, por un lado estaba confrontándose a todos los sentimientos que le provocaba Peter, y por otro estaba intentando entender lo que había vivido desde que lo conoció hasta este momento.

Era tan impulsivo, enojón, gruñón, celoso, posesivo, apasionado, inteligente, cariñoso, consentidor… cada día le encontraba una característica nueva que quería explorar, y además decía que no era romántico, pero el jardín que le regaló le demostró todo lo contrario. Solo necesitaba espacio, solo necesitaba una oportunidad de ser el príncipe que siempre soñó.

Cuando salió lo vio recostado en la cama con los ojos cerrados, su respiración era suave, su brazo colgaba de un lado. Todo indicaba que estaba dormido. Sentía rabia por las cosas que le provocaba ese hombre. Quería odiarlo, pero en realidad lo… lo…

-no puedes Lali… no puedes…- se dijo a sí misma para auto-convencerse – ¿pero por qué no puedo?- hablaba en voz baja para no despertarlo – además se ve tan indefenso…- tuvo el impulso de acercarse a él y así lo hizo. Subió su brazo y se lo colocó en el pecho, él se movió pero no abrió los ojos. Se acercó aún más y acariciaba su rostro. – Si me creyeras o al menos me escucharas todo sería distinto- Ella no lo veía como un mal hombre, solo le parecía que había sufrido mucho y a lo mejor se había cansado de ser la víctima, por eso agredía a todos. -que tonta soy al justificarte y perdonarte todo- acarició su cabello con cuidado –pero es que no me nace juzgarte… y las veces que lo he hecho ha sido porque me das miedo- se acercó aún mas y apoyó su barbilla en su pecho, cerca de su rostro. – pero no porque crea que me harás daño… sino porque me haces sentir cosas raras- acarició sus labios casi inconscientemente –tan raras que me provoca darte una cachetada a ver si reaccionas y te das cuenta de lo que me pasa- acarició su mejilla –no debí hacerlo… pero no me pude controlar- se acercó un poquito más – y perdóname pero tampoco puedo controlar esto-

Posó sus labios sobre los de él, era un impulso, una necesidad interior de hacerlo, ella no era así, nunca se había sentido así, pero era algo que la superaba, que no podía evitar. No sabe en qué momento pero sus labios se comenzaron a mover correspondiéndole lentamente su beso y para cuando ella se dio cuenta y quiso alejarse, él la retuvo tomándola suavemente del cuello.

Peter no quería separarse, ella hacía minúsculos esfuerzos obligándolo a sentarse sin despegarse ni un segundo de su boca. Él no la quería seguir obligando así que la soltó pero se llevó una sorpresa cuando ella no sólo siguió el beso, sino que abrazó su cuello con uno de sus brazos y con la mano libre acariciaba su rostro.

La abrazó y profundizo el contacto de sus labios, saboreo con más pasión su boca, jugueteaba con más confianza con su legua. Pasaron rato entre besos intensos, apasionados, seductores, se dejaban llevar por la sensación del momento, él la acariciaba por encima de la ropa pero ella quería más.

Peter metió sus manos por debajo de su camisa y se la subía mientras acariciaba con delicadeza su piel, a la vez que ella desabotonaba con mucha timidez la de él. Cuando se separaron para quitar la blusa se quedaron mirando fijamente, parecía ese momento en donde decides si seguir o detenerte.

-no quise golpearte…- dijo sobando su rostro justo donde sabe le pegó.

-No pasa nada…- dejó un corto beso en sus labios -me dolió más el concepto que tenías de mi… o lo que realmente sientes….-

-es que yo….-

-shhhhh… Solo bésame….- dejó otro beso -Bésame para que se me olvide todo lo que ha pasado-

Lali lo besó y él se recostó lentamente en la cama, ella se posó a horcajadas sobre él para poder besarlo con mayor comodidad y Peter acariciaba cuanto podía. Comenzó por su trasero, subió por su espalda y en cuando llegó al brassier lo soltó con mucha facilidad, en cuando lo desprendió se escuchó como se abría la puerta.

Lali tomó su camisa, tapándose su pecho y se escondió detrás de la cama avergonzada, mostrando sólo su cabeza hasta el nivel de sus ojos.

-¡oh por Dios lo siento!- se giró Vale tapando sus ojos con su mano -Es increíble la puntería que tengo para interrumpir… me alegro que las cosas se están arreglando entre ustedes, ¡¡¡ya era hora que se dijeran lo que sienten!!! ¡Al fin reinara la paz en esta casa y sobre todo el amor…!- salía del cuarto pero antes de cerrar dijo -Déjenme poner el seguro, cosa que deberían hacer ustedes para que yo no los vuelva a interrumpir.- advirtió y se fue después de cerrar.

Peter suspiró tranquilo, de algún modo ya se había acostumbrado con los años a las imprudencias de Valeria, y en este momento tal vez eso fue lo mejor, aún tenían mucho que hablar antes de que siguiera esta locura. Se quitó la camisa ya que tenía un poco de calor por el momento y Lali se colocó su blusa pero moría de vergüenza esta vez fue ella la que comenzó todo por iniciativa propia y sin la seducción previa de él.

-Bueno… lo que quería hablar contigo está en estos papeles- rompió el silencio Peter mientras organizaba un poco lo que había llevado. –Aquí tengo la prueba de la legalidad de nuestro matrimonio- le acercó los papeles pero Lali seguía en el lugar donde se había “escondido” -no tienes porqué esconderte- dijo cuando vio que no le estaba prestando mucha atención.

-me da vergüenza lo que acaba de suceder, no es correcto- se sentía apenada y no se atrevía a mirarlo.

-y dale con lo correcto… - se acercó un poco al otro lado de la cama -somos marido y mujer con todas las de la ley, no veo lo malo- le dio los papeles – te creo-

-¿qué me crees? – lo miró sorprendida -¿Que lo que hacemos no es correcto? ¿Qué somos marido y mujer con “TODAS” las de la ley? ¿Qué me da vergüenza?-

-si es correcto, incorrecto sería no hacerlo… - aclaró - y hablo de lo que me dijiste- ella se sentó en la cama mientras leía lo que él le dio -que no sabías de nuestra boda- revisó los papeles, no estaba muy segura de si decía la verdad o no a veces parecía que él jugaba con su mente - pero tú también me debes creer algo- le tomó una de sus manos y la miró a los ojos.

-¿qué?-

-tu papá te apostó-

ADELANTOS DEL PRÓXIMO CAPÍTULO

-cuando llegué al pueblo lo primer que vi fuiste tu… te acuerdas? Aquel día con lo de las flores?-

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-bueno pero en realidad estabas firmando que tu papa podía regalarte… ¿Cómo no vas a leer lo que firmas?-

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-hicimos una apuesta del todo o nada, tu mano, casarme contigo a cambio del doble del dinero que le gané

-y ganaste…-

-gané…- 

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-¡Tefi se metió en tu cama?-

-si…-

-Y porque estas tan tranquilo.-

-y tu porque estas tan alterada? ...esto es una escena de celos?-