CAPÍTULO 28: Apostando Al Amor

DEDICADO A LAS NUEVAS LECTORAS...

ALGUNAS FIRMITAS Y HAY MAS! =)

APOSTANDO AL AMOR

Capítulo XXVIII: Distinto.

Lo que quedó de día fue sencillamente: distinto, extrañamente distinto. Peter se fue a cambiar a su cuarto, pensó mucho para vestirse y se dio cuenta que en su closet sólo había ropa formal o de “hacendado”, no había algo como para “salir por allí” así que se colocó su típica camisa de botones con su clásico pantalón formal. Inmediatamente se fue al cuarto de Lali y tocó la puerta, ella salió de inmediato con el cabello todo revuelto y un par de cosas en la mano, parecía estar corriendo.

-¡ya estoy lista!- anunció con una alegría que intentaba disimular pero no podía, esta era una oportunidad que tal vez no se volviera a presentar: conocer la ciudad. Ese monstruo gigante del que le hablaron algunas veces en el pueblo, que transformaba  a la gente en malas personas.

De por si no conocía mucho del pueblo, sólo lo que recorrió cuando salió con Peter y la iglesia, el hospital y el mercado. Eran los lugares a los que su padre le permitía salir. A sus veinte años era literalmente una chica aislada de la sociedad.

Lali estaba todo lo hermosa que se pudo poner en el poco tiempo que le dio Peter, sin embargo él simplemente se dejó deslumbrar por su belleza, Valeria tenía razón no era el mismo cuando de ella se trataba y eso le enojaba, ese era el motivo por el que se había aprovechado de su dinero.

-Vamos- ordenó después de aclarar su garganta.

En el camino ella se iba desenredando su cabello, siguiendo a Peter, a la vez que pensaba para que la iba a sacar a “pasear” si estaba de mal humor, tal vez tuviese trabajo, tal vez ella era la culpable de esa amargura. Estaba tan sumergida en sus pensamientos que casi cae por las escaleras en un descuido que se dio mientras bajaba las escaleras.

Peter la agarró como pudo para evitar que chocara contra el suelo apretándola contra su cuerpo, a Lali se le cayó todo de las manos y se sintió avergonzada por este acto de torpeza.

-Lo… Per… no quise…- sus nervios no la dejaban disculparse de una manera adecuada, esa mirada penetrante e inescrutable de Peter la hacía confundirse por completo.

Y fue peor cuando sus labios cayeron sobre los suyos, ¿Quién le daba el derecho de hacer eso, a besarla de ese modo tan adictivo? Y peor aún ¿Qué era lo que hacía que lo disfrutara? Ese tipo de actos era lo que causaba su degradación por si misma. La besó hasta dejarla sin aliento, sin respiración, sin voluntad.

-deberías tener mas cuidado- sugirió a la par que se alejaba lentamente de ella y la ayudaba a recoger sus cosas.

-si, igual creo que el beso estuvo demás- “demás estuvo lo que dije” pensó en cuanto él clavó de nuevo sus ojos en ella: “Peter cree que eres su esposa, eso es normal, tonta” pensó después que recordó que su plan es ganarse su confianza –o sea, no exactamente demás, solo pienso que… lo que pasa es… ¿no vamos tarde?- preguntó quitándole lo que tenía en sus manos y caminando hacía la entrada donde se supone que tiene que estar el auto.

Él no preguntó nada, simplemente se montó en el carro, atrás junto a ella. Adelante iban los dos guardaespaldas que se llevó para asegurarse de que no escapara. En el camino terminó de peinarse, y se echó un poco de brillo en los labios mientras él la miraba con curiosidad, lo que Lali intepretó como enojo.

-Peter… ¿no será mejor que nos regresemos?- preguntó directa habiendo terminado de arreglarse.

-¿por?-

-pareciera que no estuvieses de muy buen humor, y la verdad que no es muy agradable salir con alguien así…- dijo con la timidez que la caracterizaba.-yo quiero conocer la ciudad, pero lo podemos dejar para otro momento en el que tengas tiempo, no hay problema.-

-no estoy enojado- respondió con naturalidad.

-a lo mejor es por como voy vestida, tu tan formal y yo con estas fachas- señaló con las manos su ropa deportiva.

-no estoy enojado- repitió y ella suspiró.

-no parece…- dijo sincera- pero si aun quieres seguir- miró por la ventana todas las luces de colores que invadían la ciudad.

Peter sentía mucha desconfianza al respecto, no quería que le escapara de repente y por eso estaba excesivamente alerta, pero Lali tenía razón. Su actitud no colaboraba con lo que era realmente una salida para mostrarle la ciudad así que decidió relajarse un poco.

Estacionaron en un punto y prefirió caminar para mostrarle mejor todo. Le tomó a mano más que en un gesto posesivo o preventivo, era porque le encantaba y ella no se negó. Lo primero que le impactó a Lali fueron tantas luces y tantos anuncios, ¡quería entrar en todas las tiendas! A pesar de que observaba todo y hablaba de cosas que se le ocurrían, jamás le pidió llevarse algo, es más cuando se lo sugirió salió de la tienda como si la hubiesen corrido.

Hasta este momento no se dio cuenta que ella emanaba intenciones de hacer cualquier cosa menos huir, estaba realmente disfrutando esta salida, sin embargo no se confiaría. Entraron en un centro comercial y Peter fue al baño, la dejó bien custodiada pero para su desgracia cuando salió no la vio, ni a ella, ni a los guardaespaldas.

CONTINUARÁ

unas firmitas y va otro =)