CAPÍTULO 32: Apostando Al Amor

DEDICADO A LAS LECTORAS FIRMANTES...

ALGUNAS FIRMITAS Y HAY MAS! =)

APOSTANDO AL AMOR

Capítulo XXXII: Perder la consciencia

-Peter no lo mates por favor- suplicó Lali desde el suelo tocándose el rostro justo donde recibió el golpe.

-¡¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿QUÉ, ACASO TIENES MIEDO DE QUEDARTE SIN AMANTE????!!!!!!!!!- le hablaba a ella pero no le quitaba la mirada de encima a Agustín.

-¡¡¡hazme lo que quieras, MÁTAME, pero a ella déjala en paz!!!- exclamó Agustín incapaz de defenderse o defenderla, este hombre era capaz de disparar y estaba seguro que este era un castigo de Dios por su relación con Mariana.

Peter rio a carcajadas malévolamente, con una sombra en los ojos que no le permitía ver mas allá de la fiereza que bañaba su cuerpo.

-¿y crees que porque tu me lo pides lo voy a hacer?- preguntó con una falsa calma y haló el martillo para preparar el tiro.

-Peter, te lo suplico- rogó Lali tomándolo de los pies y mirándolo – Déjalo ir, tu problema es conmigo, no con él-

Las lágrimas bañaban su cara y Peter entornó los ojos, en su mente solo podía imaginar a Agustín con una bala entre ceja y ceja, pagando con su vida lo que ahora era su desgracia. Cuando iba a tirar del gatillo Lali sacó fuerzas sabrá Dios de donde y empujó a Peter de tal modo que cayó al suelo con ella encima.

Fue un solo movimiento en un golpe en seco, que le sorprendió de tal modo que soltó la pistola disparándose por si sola a la pared, y que cayó a cierta distancia de él.

-¡¡¡CORRE AGUSS!!!- gritó Lali y herido tuvo que huir en contra de su voluntad, vivo podía salvarla de ese salvaje, denunciarlo con la policía, hacer algo; y rogaría a Dios que mientras tanto Mariana resistiera.

-¡¡¡¡¡MALDITOOOSSSSSSS!!!!- la ira de Peter se potenció exponencialmente y  a la vez que Agustín corría entre las piedras buscando una vía de escape, él se levantaba quitándose a Mar de encima sin cuidado cayendo en el suelo.

Peter tomó la pistola y Lali se abalanzó de nuevo sobre él en cuanto pudo recuperarse, estaba golpeada pero no podía permitir que un desquiciado matara a su verdadero amor, tenía que lograr que escapara. Cuando Peter sintió que tenía a Lali prácticamente encima, hizo lo que sería un último golpe alejándola de un manotón en su cuerpo que voló su delgada y ligera figura de su lado, chocándola contra la pared.

A Lali le dolía todo el cuerpo, sentía un sabor salado dentro de su boca, probablemente sangre; sentía ardor y picazón en sus piernas por los raspones de la caída, sentía un profundo dolor en su alma por no poder hacer nada. Pero con este ataque de Peter, que le golpeo en el pecho empujándola del impacto a la pared lo último que supo de sí misma era que tenía que ceder al dolor, que ya no podía más y que un disparo tras un quejido fue lo que se escuchó cuando cerró sus ojos y no supo más de sí misma.

-¡¡¡POR DIOS PETER!!! ¿QUÉ LE PASÓ A LALI?- preguntó Vale cuando lo vio entrar con ella en brazos seguido por Pablo. –¡¡PETER RESPONDE!! ¿LA ATROPELLO UN CARRO? ¿SE CAYÓ DE UN CABALLO?- su voz sonaba desesperada.

-busca agua hervida y unos paños- se limitó a decir con la voz de un patrón que no parecía querer dar explicaciones.

Vale corrió por el pedido y en seguida subió al cuarto de él a llevarlo, pero al darse cuenta que la puerta del cuarto del frente estaba abierta se asomó y allí los vio. Peter parado a los pies de la cama, cuan general, cuan policía, con los brazos cruzados, el ceño fruncido, la respiración densa, y ojos de preocupación.

-Aquí lo traje- Dijo Valeria colocando lo que trajo cerca de Pablo.- ¿qué le pasó?- le preguntó con voz acongojada a Peter acercándose a él, quien parecía una estatua. No se movía, no pestañeaba, no quitaba sus ojos del cuerpo de ella. –Peter, ¿los intentaron robar?- quiso seguir indagando pero él no daba información alguna.

-Deberías de llamar a un doctor Peter, no reacciona- le dijo Pablo quien iba a hacer un último intento con unas ramas debajo de su lengua. Le limpió las heridas del sucio y se as curó con algunas hojas; pero cuando vio el morado de la cara supo que había sido Peter.

Salió desesperado del auto buscando la ayuda de él, pero Pablo le reclamó el golpe de Lali y Peter lo amenazó con botarlo de la hacienda si hacía algún comentario o si no la curaba inmediatamente. Este prefirió primero fijarse en la salud de Lali y después ya recogería sus cosas y se iría por sus propio camino, no sin antes hablar con Lali para denunciarlo con la policía por violencia doméstica.

-Yo lo llamo- se ofreció Vale.

-No te muevas- ordenó Peter en voz tajante.

-¡¡¡Peter es la vida de Lali la que esta en peligro!!! ¡¡tu esposa, ¿lo recuerdas?!! YA vuelvo-

-si llamas al doctor puedes también llamar al terminal para apartar un pasaje para la capital- amenazó sin siquiera mirarla.

-¿qué?-

-como escuchaste, si llamas al doctor te vas de esta casa-

-pero….-

-Ya hice lo que tenía que hacer- interrumpió Pablo – si no reacciona llama al doctor- dijo enojado pero intentando sonar cordial -¿nos vamos?- le preguntó a Vale quien no podía creer la actitud de idiota que tenía Peter, pero Pablo parecía saber lo que pasaba, tal vez con él si conseguiría las respuestas que necesitaba.

Ella salió no sin antes dirigirle una mirada de odio a Peter, y detrás salió Pablo. Y Peter suspiró profundamente, ellos no tenían la culpa, la culpa la tenía él por dejarse llevar por el odio, por perder la consciencia y seguir un bajo instinto que lo llevó a la locura.

____

Lali abrió los ojos y se dio cuenta que estaba en la casa, en la cama, con todo el cuerpo adolorido y la figura de Peter mirándola fijamente desde los pies de la cama. El dolor de su cuerpo le hizo recordar que lo que vivió no fue una pesadilla, sino que fue la realidad, la cruda y mísera realidad.

-Agustín…- fue lo primero que salió de su boca y los ojos de Peter se encarcelaron de nuevo, sus hombros se tensaron, su mandíbula se endureció y de nuevo no se pudo controlar.

-¡¡Claro!! Eso es lo único que te importa, ¿no? ¡¡¡El IDIOTA de tu AMANTE!!!- la fuerza del tono de su voz y el enojo se hacían notar.

-¿lo… mataste?- preguntó con miedo y con ojos cristalizados sentándose en la cama con gran esfuerzo. Él se acercó imponente y se sentó al lado de ella con el ceño fruncido y la desconfianza haciendo estragos.

-¿y si lo maté que?-

-¡¡¡ASESINO!!!- gritó sin controlar su lágrimas- ¡¡ERES UN ASESINOO!!- levantó sus brazos y comenzó a darle golpes en el pecho desesperada y él le tomó los brazos.

-¡¡¡CALMATE!!!-

-¡¡¡ASESINO!!! ¡¡¡ERES UN HIJO DEL DEMONIO!!¡¡¡ TU NO SABES LO QUE ES EL AMOR, LOS SENTIMIENTOS, EL RESPETOOO!!! ASESINOOOOO- se movía de un lado a otro y Peter tomaba sus brazos con fuerza, pero sin lastimarla para tranquilizarla.

-¿Y QUÉ? ¿TU ME VAS A DAR CLASES DE MORAL A MI? ¡¡¿¿PRECISAMENTE TU QUE TE APROVECHASTE DE MIS BUENAS INTENCIONES??!! ¡¡¡ME FUISTE INFIEL MARIANA, ME ENGAÑASTE DESDE UN COMIENZO, NOS CASAMOS Y TRATE DE HACERTE FELIZ, FUI COMPLACIENTE, AMABLE, GENEROSO Y TU ME MENTISTE!!- le gritó como quien tenía mucho tiempo con algo atorado entre el pecho y la espalda, y luego, cuando ella dejó de agredirlo, la soltó adoptó su posición fría de siempre – yo sólo me cobré lo que me hiciste-

-Yo no me casé contigo, y eso NO TE  DA DERECHO A MATAR A ALGUIEN: asesino. – le dijo con una falsa calma, mientras lloraba de impotencia.

-Estoy CANSADO, HARTO de que siempre digas lo mismo: NOS CASAMOS MARIANA, SOMOS ESPOSOS y más te vale que te regrese la memoria- se levantó de la cama.

-Yo nunca me casaría con un hombre tan despiadado como tú, mi sueño era casarme con…-

-¡¡NO LO DIGAS!!- le gritó- y si quieres te muestro los papeles para que te acuerdes- ironizó mientras hurgaba entre las cosas que subió Vale como buscando algo.

-Muestramelos- exigió.

-estan en la capital- respodió con naturalidad.

-¡que conveniente!- ironizó y él clavó sus ojos en ella.

-Mira muchachita adultera, a mi tampoco me hace gracia estar casado con una mocosa infeliz estafadora y mentirosa como tú, creí que eras una persona cuando acepté y pensé que podría funcionar a pesar que nos conocíamos poco. Pero esto es lo que tenemos-

-Si yo no te agrado no se para que me tienes aquí- replicó ella con el mismo fuego en la mirada que él.

-porque quiero algo tuyo- respondió con cinismo.

-¡¿QUÉE?!- cuestionó con desespero. Peter se acercó como una pantera sobre un cordero fresco, sin despegar la mirada de sus ojos y con la seguridad que lo caracterizaba llegó hasta estar a sólo centímetros de su boca y sólo entonces fue que dijo.

-tu cuerpo- Lali abrió los ojos de par en par completamente incrédula sobre lo que estaba escuchando – lo que quiero es tu cuerpo-

CONTINUARÁ

algunas firmitas y maaasss!!!