DEDICADO A LAS NUEVAS LECTORAS...
ALGUNAS FIRMITAS Y HAY MAS! =)
APOSTANDO AL AMOR
Capítulo XXVI: maestra de la seducción.
-¿qué?- preguntó Vale y se
giró para verlo de pie, sosteniendo la manguera como si fuese un arma muy
poderosa.-no te atrevas- advirtió -primero estoy enojada y segundo me planché
el cabello esta mañana-
-muévete y verás
como tu trabajo se verá desecho- amenazó juguetón y acercándose poco a poco a
ella.
-no estoy para juegos-
sabía que Peter era perfectamente capaz, y temió por su cabello.
-no estoy jugando- y cuando se
acercó lo suficiente Valeria tomó la manguera, Peter quiso abrir la llave para
que saliera el agua pero ella la dobló de tal modo no lo hizo, en movimientos
juguetones y ágiles se cayó la manguera y ellos comenzaron a forcejear como dos
niños en el suelo, daban vueltas en círculos mientras Valeria insultaba a Peter
por hacerla pasar por eso.
Lali al escuchar los gritos bajó enseguida pero se detuvo en la puerta
de la cocina al ver que era porque se estaban jugando, hacía mas de un mes que
no veía ni su padre ni a Agustín,
tampoco sabía nada de ellos y se preguntaba porque no habrían venido a
buscarla, por más que fuese no era tan difícil encontrarla, o al menos
comunicarse con ella. Estaba sumida en pensamientos cuando escuchó que Valeria
la llamaba.
-¡Laliii!¡La manguera! ¡mi
cabello!- era lo que ella decía.
-No te entiendo
Vale- dijo
acercándose un poco más.
-si das un paso más
no respondo de mis actos Mariana- amenazó Peter mientras Vale intentaba escaparse
de él.
-¡toma la manguera!- gritó
en una escapada que se dio y Peter la tomó por la espalda y le tapó la boca.
Lali extrañada de la forma de jugar de ellos, tomó la manguera y los
apuntó con ella.
-¡vamos! ¡Dispara!- la
provocó Peter protegiendo su cuerpo con el de Vale. Ella no podía hablar porque
Peter tenía la mano en su boca.
-su… suéltala- dijo con tan
poco poder de convencimiento que Vale y Peter detuvieron su forcejeo, se
miraron y rieron. Vale aprovechó este descuido y le golpeo el estomago
escapándose de él.
-¡¡DISPARA LALI!!- gritó mientras
corría a la casa y Peter se encorvaba sobre si mismo en el suelo. Ella se
preocupo y soltó la manguera acercándose a él.
-¿estas bien?- preguntó
preocupada y Peter en un movimiento casi imperceptible la tomó por la cintura y
se lanzó a la piscina con ella. Vale miraba a través del vidrio de la cocina
para intervenir en caso de que Peter se volviera loco y la regañara por la
conversación que acababan de tener. –no
me sueltes – suplicó ella tan pronto salió del agua y se abrazó fuertemente
al cuerpo de Peter, él se rio.
-¿qué pasa? ¿Mi
atacante tiene miedo?- preguntó divertido y ella se limpio los ojos del exceso de agua.
-no… no se nadar.- le confesó al
ver que Peter tampoco tocaba el fondo de la piscina. Él la miro con extrañeza.
-¿cómo vas a vivir
en un pueblo que prácticamente esta rodeado de agua y no vas a saber nadar?- él se movió a un
lugar de la piscina donde tocaba fondo pero ella no
-no salía mucho de
mi casa- confesó,
la verdad su padre no la dejaba salir a menos que fuese a la iglesia y sólo por
pequeños ratos.
– déjame decirte que aún te
falta muuuucho por vivir- anunció divertido.
-¿Vale te hizo daño?- quiso
saber, preocupada.
-siempre, pero a
ella no le importa, se hizo inmune a mi dolor- respondió
despreocupado, basta que Lali se acerque, o peor aún lo toque para olvidarse de
todo, para hacerse el débil o el valiente según sea el caso. Ella no quitaba su
cara de preocupación y él quiso tranquilizarla –era un juego La… no pasa nada-
-pero te golpeó muy
fuerte- ella le
apartó el cabello que caía en su frente.
-obvio, de otro modo no la
soltaba- respondió riéndose.
-pero esas no son formas de
jugarse- dijo en voz tan baja que sonó en susurro. Extrañaba esos días en
que discutía con Peter sobre su libertad, al menos no sentía la tentación de
besarlo.
-¿Por qué no me miras a los
ojos Lali?- “porque tengo miedo de besarte” pensó, pero no dijo nada – no te
voy a soltar si eso es lo que temes- poco a poco se encaminó hacia el borde
de la piscina para que estuviera más segura.
-no, no es eso-
-¿entonces?- ella subió su
mirada y se perdió en sus ojos, y sin poder controlarlo sus labios comenzaron a
temblar. – ¿tienes frío?- Lali
asintió apenas - ¿qué te parece si nos
cambiamos por ropa seca y salimos? Aún no conoces la ciudad y es un sitio muy
diferente al pueblo-
-¿De verdad?- su cara se
iluminó y mostró una sonrisa.
-de verdad- confirmó y ella
lo abrazó.
-¡Gracias, gracias! ¡Si, quiero
ir!-exclamó entusiasmada pero al separarse un poco de él sus rostros
quedaron juntos, tal vez demasiado. –yo…-
-shhh…- no se detuvo a
pensar y se limitó a acariciar sus labios con los suyos.
Ella no se negó en lo absoluto, de hecho lo estuvo esperando desde
hace demasiado tiempo, lo soñó demasiadas noches, lo pensó demasiados días, y a
pesar de que la imagen que se formaba en su mente era la de Agustín, los labios
que sentía eran los de Peter.
Lali se limitó a disfrutar el movimiento experto de los labios de él,
su sabor le provocaba una amnesia temporal que le hacía olvidarse hasta de su
nombre. Peter quitó las manos del borde de la piscina y las bajó lentamente
pasando por el cuello de ella, luego sus hombros, y por último su espalda, esta
zona en la que Lali descubrió que era muy sensible y vulnerable.
Ella enroscó sus piernas alrededor de él, y sintió a través de su
escasa ropa una elevación de él que presionaba en su cuerpo, pero estaba
demasiado concentrada en el beso como para detenerse a pensar que era. Peter notó algo en su espalda, o mejor dicho,
no notó algo y detuvo el satisfactorio beso para preguntárselo, sin separar sus
rostros, sin separar sus labios.
-¿No tienes
brassier?- ella
sintió como la sangre se le subía al rostro de la vergüenza y negó con la
cabeza. -¿te das cuenta de que eres toda
una maestra de la seducción?-
-no lo hice para
seducirte- habló
casi en susurró con la mirada apenas baja- es
que escuché ruidos, y acaba de salir de la ducha, y me vestí rápidamente para
bajar a ver que era, y lo demás ya lo sabes-
-en ese caso eres
una inocente maestra de la seducción- y retomó su beso con más profundidad y más
fogosidad que antes, apretándola más a su cuerpo por su trasero e introduciendo
su lengua para explorar su boca.
CONTINUARÁ
Qiiero mas!
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