Apostando Al Amor capitulo 88 Legible :)

Administradora Buena onda ^^
Hola probando... Probandoo !!
Ya se viene el capiii ..... quien lo espera ??
Ah soy damu mi tw es @mayiiss26 por si me quieren segui :) (publico capi 88)

Apostando Al Amor

CAPÍTULO LXXXVIII

Hicieron el amor hasta que se dejaron vencer por el cansancio. No sin antes Lali soportar un exhaustivo interrogatorio sobre las diferencias de hacerlo con los dos tipos de condón y sin ninguno, ganándose Peter varios golpes por parte de ella ya que “eso” no se habla.

Al final le sacó que más le gustaba sin preservativo, cerrando con una última demostración de amor sin cuidado, y sin impórtale a ninguno de los dos. Dormir abrazados les parecía tan natural, como si no hubiese habido tanta lucha de por medio para llegar a ese estado de plenitud, de felicidad total.

Al despertarse Peter la recibió con un desayuno suculento (suponía que debía estar tan hambrienta como él) no sin antes seducirla una vez más, no sin antes recibir aprensiones por parte de ella, y él derrumbarlas con besos e imposiciones llenas de amor. Ahora si sentía que parecían una pareja con todas las de la ley, o bueno casi todas. Y precisamente por ese “casi” salieron de la cama y se dirigieron a la iglesia, para hablar con el padre.

En el camino era casi distinto al día anterior. Él ya no estaba serio y tenso, sino más bien relajado y bromista. Más sin embargo al entrar a la iglesia su mirada Lali la sentía clavada en su cuerpo. Saludó a Agustín de lejos, y éste le hizo señas para que se acercara, mas sin embargo ella lo ignoró con disimulo dejando en los santos y vírgenes que habían a un lado unas flores frescas que había cortado del jardín antes de salir de casa, y Peter la abrazó por detrás dejando besos en su cuello y susurrando obscenidades a su oído.

-¡Ya Pitt!- lo retó dándole unas palmadas en sus manos – ella te puede escuchar- amenazó señalando a la virgen del Valle.

-Bueno, quien te manda a ponerte esa camisa-

-La camisa es normal, lo que pasa es que tú eres un pervertido-

-tu amorcito te está llamando- comentó mirando en dirección a Agustín, esperando ver la reacción de ella.

-¿puedes dejar de decirle así?- se giró entre sus brazos para confrontarlo- y no quise ir porque te conozco, y sé que te estás conteniendo de armar un escándalo-

-¡o sea que hubieses ido!- reprochó en tono amenazante apretándola un poco más hacia él- ¡¿ves porque te tengo que mantener vigilada?! Ahora no me alejo más-

-Pero si no te has alejado Peter, hasta me esperaste afuera de la puerta del baño cuando lo pedí prestado, ¿acaso estás celoso?- cuestionó dulcemente pasando sus brazos por  su cuello.

-MUY- admitió -pero ¿sabes qué?-

-¿Qué?-

-con un beso se me quita-

-No lo provoques…- Advirtió Lali sabiendo que lo hacía solo para echarle en cara a Agustín que estaba con ella, parecía un nene.

-¿qué, te molesta?-

-No empieces Pitt…-

-TU empiezas- él tono de voz de una amenaza inocente comenzaba a tornarse realmente molesto -yo solo quiero un beso de mi esposa y después de decirme que soy un escandaloso contenido me dice que soy un celoso, ¡que cosa más absurda!-

-Ya pueden pasar- Intervino la secretaria de la iglesia antes de que iniciara la disputa.

Pasaron a la oficina donde estaba el padre sentado en un sillón de cuero detrás de su escritorio. Después del saludo afectuoso por parte de Lali, y el saludo extremadamente formal de Peter, se sentaron al frente para hablar de lo que ya ambas partes sabían: el matrimonio.

El padre miraba a Peter como si estuviesen a punto de hacer un duelo al estilo del lejano oeste. Aún no olvidaba el show que montó con Agustín hace una semana, y si no hubiese sido por la intervención de él, sabrá Dios en que habría terminado.

 Lali estaba sumamente nerviosa, pero Peter parecía tranquilo, estaba tranquilo, sin embargo estaba alerta de lo que el padre pudiese decir en ese momento, o de que Agustín entrara, no tenía muy claro que era lo que más lo que le preocupaba.

-así que esta con la niña Lali- rompió el silencio y se recostó de la silla haciéndola rechinar tenebrosamente, aumentando la tensión que la embargaba.

-mi mujer- repuso Peter.

-Tú esposa- rectificó Lali de inmediato.

Sabía que Peter lo hacía para marcar su territorio, era su modo de hacerle ver al padre que ella ya no era una niña y que ya no estaba sola, lo tenía a él. Pero “esposa” era una palabra más agradable y lograba el mismo efecto.

Sus nudillos estaban blancos de tanto apretar las manos y Peter la miraba aparentemente divertido por su actitud, cosa que la tensaba aún más… conocía la impulsiva ligereza para expresarse de él sin importarle con quién fuera… ni siquiera el cura.

-¿se dan cuenta que se saltaron los pasos prematrimoniales?- habló de nuevo el padre.

-nuestra relación ha sido…- Peter miró a Lali antes de decir la siguiente palabra – atípica.-

-eso no es excusa-

-es una razón-

-los podemos hacer ahora- convino Lali antes de que se desatara una discusión entre ellos – digo, si no hay problema.-

Esta vez el padre se recostó sobre el escritorio y suspiró mirando a Peter, como encontrando la manera exacta de expresarse. Lo miraba intensamente pero él no se dejaba intimidar, ¡y quién lo podía intimidar a él!

-imagino que han pasado… cosas entre ustedes- dijo al fin el sacerdote.

-¿se refiere a tener relaciones sexuales?- preguntó Peter sin inhibición.

-¡Peter!- lo retó. “¡madre santa! Justo lo que me temía” pensó Lali.

-si-

-¡Padrecito eso no se pregunta!- le reclamó ella.

-sí, hemos tenido-

-¿le parece correcto?-

-no veo lo malo-

-¡Peter eso no se responde!- intentaba intervenir pero ellos parecían ignorarla.

-¡claro! No hay nada de malo en tener sexo fuera del matrimonio eclesiástico- ironizó con calma, sin sonar hostil.

-no hay nada de malo en ningún tipo de práctica sexual que tenga con la mujer que amo siempre y cuando ella esté de acuerdo- le tomó una mano a Lali en sentido posesivo- lo hicimos porque nos amamos, y lo seguiremos haciendo por los mismos motivos.- dejó un besó en ella sin quitar de su vista al padre- y tal vez intercambiamos el orden normal de las cosas, tal vez primero debimos buscar la bendición de Dios, pero eso no minimiza el amor que siento por ella, ni la magia de hacer el amor con la mujer que amo.-

-yo no he dicho eso…-

-bueno ya fue suficiente- intervino Lali poniéndose de pie para que esta vez los dos giraran a verla.

-¿te arrepientes de lo que hiciste?- le preguntó el padre con voz suave.

-¡eso es manipulación!- exclamó Peter entendiendo porque Lali se cohibía tanto con “eso”.

-¿y al llevártela a la cama no utilizaste manipulación?- el padre no perdía la calma, pero Peter estaba a punto de explotar, no quería que la pusieran en su contra.

-¿y hacerle creer que las prácticas sexuales no son correctas solo porque ustedes no pueden llevarse a nadie a la cama legalmente no es manipulación?-

-¡Ya basta Peter!- lo regañó tan seriamente que no le quedó otra que obedecerle.-Padrecito- suavizó el tono de voz - Peter es muy impulsivo, si lo sigue provocando no sé cómo va a terminar esto- pensó un segundo- o si se, por eso mismo no lo provoque-

-yo no soy impulsivo-

-y yo no lo estoy provocando, solo te hice una pregunta- (que se puede mal interpretar) le faltó decir.

Lali miró a Peter y él desvió la mirada, sabía que ella no mentiría, mucho menos a una persona a quién le tenía tanto cariño como lo era el padre, y si mentía se le descubría fácilmente “Genial” ahora iba a decir los de sus dudas, lo de Agustín y ella iba a terminar exiliándolo de su cuarto hasta que encontrara el modo de sacar de su mente que el sexo no era malo.

-no me arrepiento de amarlo ni de sentirme amada por él padrecito… - comenzó a decir y se sentó en la pierna de él a la vez que le tomaba la mano y continuaba con su relato - es el mejor hombre que he conocido en la vida, desde el primer día que lo vi me enamoré de él, y supe que era el amor de mi vida, el hombre de mis sueños, mi príncipe azul.- Peter pasó una mano por la cintura de ella, sin soltar la otra mano- Tal vez tarde un poquito en darme cuenta de eso, pero él me lo hizo ver, entre dudas, confusiones, entre paciencia y perdones, entre altos y bajos, entre impulsividades y bromas, lo que era el amor, y no, no me arrepiento de amarlo, y me encantaría que nos diera su bendición, usted que me conoce solo un poquito más que él, para que lo nuestro dure para siempre- Lo miró a él con ojos brillosos y no pudo hacer otra cosa que besarla.

Mejores palabras no pudo haber utilizado nadie. Sus palabras hicieron que cambiara el semblante del sacerdote, y que después de que él carraspeara, en ese mismo instante fijaran la fecha de su matrimonio, le dio el visto bueno a Peter por conquistar a “la flor más dulce de su jardín” hasta le dijo que le agradaba la sinceridad con la que hablaba. Solo ella y su magia podían hacerlo.

Al salir Lali se topó con Agustín de nuevo, y él no se despegó de su lado mientras ella le contaba que se casaba en unas semanas. Pero no porque no desconfiara de su esposa, sino porque no quería que él le dijera lo del duelo y arruinara esa felicidad que se veía en sus ojos.

Llegaron a casa y él se fue a su despacho a atender su negocio, mientras ella fue a la cocina a contarle a Vale los últimos acontecimientos. Lali la notaba extraña, seria, distante, le preguntó por Pablo y le dijo que ya eran novios, pero no veía en sus ojos que algo empañaba esa felicidad, había algo más.

-Vale, es la décima vez que te lo pregunto, pero sé que algo te pasa ¿qué es?-habló preocupada y su amiga volteó para mirarla con los ojos cristalizados.

-Peter va a debatirse en un duelo con Agustín…- se calló un minuto mientras Lali lograba asimilar la información- Un duelo a muerte.

CONTINUARA .......