Abre Tu Corazón: 143

Abre Tú Corazón
Capítulo 143: Familia

Sábado, 10:30am. Casa de Nicolás Espósito.

-no- sentenció y se dio media vuelta para irse pero él la detuvo – no, no, no, no y no, esta es una mala idea.

-Lali, eso fue lo que te estuve diciendo durante toda la semana, ahora que estoy aquí no te vas a arrepentir-

-es que tenías razón Peter, como vamos a venir aquí y sólo decirle “bueno Nico, ayer eras papá, hoy eres abuelo” osea no, no lo va a entender, te va a matar a ti y me voy a quedar viuda a los 17 años sin siquiera tener un anillo de compromiso o algo…

-tienes un anillo de compromiso La. Y tienes 16 años, aun no cumples.

-¿ves lo que te digo? ¡las cosas son peores a como las planteo!

-además, que te garantiza que me va a matar a mi, y no a ti.- Lali abrió la boca u luego la cerró.

-es verdad… en el mejor de los casos lo que puede pasar es que te castre y que tome tu pene de trofeo.- suspiró profundo y dio par de pasos pero Peter no la siguió. -¿qué pasa?

-pensandolo bien, yo creo que no deberíamos hacerlo- dio un paso atrás- no aquí, donde pueda tener armas, no ahora… no con el niño.

Juan Pedro que Peter lo tenía en brazos, jugaba a meterse su puño en la boca, solo miraba como sus padres hablaban y sacudía sus piernas cada vez que Lali se acercaba.

-¡oh Por Dios Peter! ¡No seas cobarde! ¡no ahora que yo me armé de valor!

-¡Claro, como no es tu castración la que está en juego!

-si te pones a ver, es algo que a mi también me afecta- ambos se quedaron mirando, retándose con los ojos, hasta que soltaron una carcajada. Lali se acercó y le dio un beso en los labios, y Juan Pedro sacudió sus piernas haciendo gorgoreos y vocalizando letras mientras sus padres demostraban su amor.

-No va a pasar nada- susurró Peter.

-Lo va a amar- refiriéndose a su hijo.

-Después de que grite

-Muchísimo…- sonrió dejando un último beso en sus labios.

-En ese caso…. Vamos familia.- dejó a Juan Pedro en el coche, y alcanzó a Lali en la puerta que ya había tocado el timbre antes de entrar en otra disyuntiva de si era el momento correcto o no.

-¡hija! ¡que agradable sorpresa!

-no se si agradable sea la palabra adecuada, pero aquí estamos.- saludó a Peter y fijo su atención en el bebé frunciendo el ceño- Papá, hay algo que debo contarte y necesito toda la comprensión posible.

La historia la comenzó Peter, echándose la culpa de todo, con intervenciones de Lali que lo defendían, más sin embargo una mirada amenazante de Nico y su novio bastaba para que hiciera silencio hasta que llegara su turno. Cuando sucedió, explicó todo con lujo de detalle, su padre escuchaba atentamente, Peter se hizo cargo del niño cuando se puso llorón, y entre suspiros y una mirada inescrutable por parte de Nicolás termino la historia.

Nico reaccionó como era esperado, primero regañándolos por su irresponsabilidad al tener relaciones sexuales sin protección, pero después comprendiéndolos porque entendía que Lali era huérfana y prácticamente Peter también, luego volviéndolos a regañar por no apoyarse mutuamente, y después comprendiéndolos de nuevo. Gritó, reclamó, pero al final se rindió con ese pequeño ser que lo miraba atento cuando le hablaba y se reía cuando gritaba, sensibilizándolo,  suavizando la situación para sus padres.

Después de un día juntos los cinco (ya para la tarde Cielo se añadió al grupo) llegaron a la conclusión que Nicolás sería quien cuidara a su nieto, era lo correcto que él los apoyara hasta que ellos se graduaran y además sentiría que recuperaba el tiempo perdido que sucedió con Lali.

Sábado: 11:10pm

Acostados los dos en el cuarto de ella, luego de hacer el amor, se acariciaban mutuamente en silencio disfrutando de la compañía del otro. Lali estaba acostada boca abajo, con la sabana a nivel de la cintura, mientras Peter le acariciaba la espalda una y otra vez, causándole cosquillas placenteras, una relajación total. Antes de hacer el amor estaban discutiendo que Peter tenía que reunirse con los de los otros liceos para juegos inter-escolares, además de reclamarle que ahora tendría menos tiempo, también cuestionaba que Marisol iba a ser la encargada.

Luego de una larga pelea, quedaron en que ella lo iba a acompañar cuando quisiera, a cambio de que lo dejara quedarse en su cuarto cuantas veces quisiera, sin reclamos, sin preguntas, incluyendo llevar ciertas cosas para no tener que irse temprano para cambiarse.

Se imaginaba una vida así, sintiéndose cómodo con alguien a su lado. Lali no era un estorbo, ni una molestia, ni siquiera se enojaba porque llegara a sus reuniones con sus amigos, parecía más bien otro hombre, y si hablaban de chicas o se quedaba en silencio, o lo tomaba “tipo normal”. Aunque mucho después a él le viniera la tormenta. A pesar de sus peleas y celos, sabía que no existía desconfianza real, que si él le dice que no a su petición por lo de Marisol, no se enojará, o terminaran, o irá más allá que un par de SMS demás para estar pendiente, y un recuento detallado de lo que pasó, que creerá en él. 

Además no se imaginaba a Lali sin paranoia.

Dio un beso a su hombro y ella ronroneó. Él sonríe. Es su amiga, su novia, su amante, su prometida, la madre de su hijo… su mujer. Y él es simplemente feliz.

-¿Qué ocupa tu mente Lanzani?- pregunta con pereza.

-tu- responde simplemente.

-me agrada eso- tapa sus senos con la sábana – porque yo también pienso en ti, en lo mucho que te amo y en lo feliz que me haces.

-nena… ¿has pensado que va a pasar después de que nos graduemos?

-¿a qué te refieres?

-plan de vida, que quieres estudiar, en qué lugar, trabajo… nosotros…-

-he pensando algo… mucho en realidad. Y ahora que Nico tiene al bebé se me hace todo más fácil… bueno básicamente se trata de vivir con él, y tener una carrera que estudie de noche y me de tiempo trabajar de día, y eso… ¿tu que haz pensado?

- en nosotros… en que no me quiero separar de ti cuando nos graduemos… ¿tu?

-Mi amor… cuando me referí a ir con Nico obviamente te incluía en el plan- dejó un beso en sus labios- yo no me quiero separar de ti nunca, nunca, nunca más.

-en ese caso, tenemos nuestro futuro más que previsto.

Cinco años mas tarde…

En su auto rojo descapotable, llega llamando la atención de los transeúntes, música alto, cabello suelto, y su andar ligero al volante. Lo intercepta justo en el momento en que cruza, se estaciona aparatosamente y se baja del vehículo recostándose del capó con su camisa suelta que se mueve con el viento, su short informal, y recostada hacia atrás absorbiendo los rayos de sol que se colaban entre las hojas de los árboles, esperó.

Sabía que estaba celosa, la conocía demasiado como para no darse cuenta, sin embargo a pesar del tiempo aún le causaba gracia su forma de demostrarlo. Ésta vez, había doblegado su orgullo por lo de su abuelo y había tomado el carro que hacía tiempo le había regalado y dejó en el estacionamiento sin usarlo hasta ahora. Le dijo que se iba a quedar después de clase para explicarle par de cosas a una rubia que según ella “lo quería en su cama”, y se aparece de este modo.

Predecible. Gracioso. Divertido.

-justo a tiempo, como siempre.- comentó quitándole los lente. Ella ni se inmutó, solo lo miraba inexpresivamente.

-con la rubia. – lo acusó y él soltó una carcajada.

-no se me ocurrió otra cosa para que llegaras rápidamente, nena.- reviso su celular – 5 minutos desde la última llamada.

-y que vivamos a par de cuadras de la universidad no tiene nada que ver, ¿no?

-tampoco tiene que ver que hayas tomado el descapotable solo porque sea más rápido, ni tampoco la sexy e informal ropa que tienes puesta, ni que me encante tu cabello suelto, ni…-

-sólo dame un beso ¿sí?-

Se recostó sobre ella que no había dejado su posición, y solo pudo recordar lo mucho que la amaba. Llevaban mas de cuatro años viviendo juntos, en un apartamento que se compraron con los ahorros de Peter, decidieron que Peter estudiaría primero para poder prepararse y hacerse cargo de las acciones que su padre le cedería para comenzar, ya que se había negado a trabajar para él. Sus padres terminaron de aceptar del todo a Lali cuando supieron que era una Rinaldi, de todos modos no tenían una relación más que cordial. Y el abuelo de Lali, era igual, pero amaba a su nieto, tanto que se lo llevó una semana a Disney World, ¡con 4 años!, solo a cambio de que mejoraran las cosas con Nico, y había cumplido con su palabra.

Lali trabajaba a medio tiempo en una agencia bancaria. Medio turno diurno. Más por hobby que por otra cosa, Peter insistía en que fundara su propia empresa, se le daba muy bien la organización, era muy responsable, pero ella prefería dedicar su tiempo a ellos. Su familia. Nico vivía con Cielo hacía ya algún tiempo. Los visitaba frecuentemente, y los ayudaba cada vez que lo necesitaban, la relación nunca se perdió.

            -sabes que me provoca?- preguntó Peter cuando se separó del apasionado beso. Varios compañeros pasaron vitoreando.

            -cero perversión Peter- le advirtió.

            -¡hey! Si yo soy un santo. – le robó un beso y la guió al lado del copitolo y le abrió la puerta. Entró rápidamente a su lugar y puso en marcha el vehículo.

            -¿Qué te provoca?-

            -seguir un impulso y celebrarlo mientras hacemos el amor todo el fin de semana, aprovechando los beneficios de que Juapi este con su bisabuelo.

            - interesante, porque en casa hay una cama esperando.- Peter giró en U abruptamente y acelero desviándose el camino- Pitt este no es el camino al apartamento.

            - ¿y quien te dijo que íbamos al apartamento?- le dedico una enigmática sonrisa que acelero todos sus sentidos.- este fin de semana esta secuestrada señora de Lanzani.- ella lo miró divertida.

            -y desde cuando tengo su apellido Sr Lanzani?-

            -¡oh, ya lo veras nena, ya lo veras.!

....

¿Uds quieren más? Como escritora obediente hay mas, esperen por el epílogo.... =D

Atte: Genesys =)