NOVELAS LALITER: TAPS 2: Capitulo 21

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Te Amaré Por Siempre 2:
A Un Paso de la Felicidad.

Capítulo 21: silencio

Si lo escuchó, lo ignoró, porque no dijo absolutamente nada como respuesta. Sintió cuando se quedó dormida, sobre su hombro sano, al menos no se alejó ante su declaración. En su pasado muchas veces ocurrió algo similar, las mujeres que escogía para drenar sus placeres sexuales masculinos terminaban el orgasmo con una declaración amorosa, la misma Brenda muchísimas veces lo hizo, y él dio por respuesta la misma que obtuvo de Lali. Silencio.

¡Auch!

En todo este tiempo las cosas no han sido fáciles con ella, y seguían no siéndolo. Ambos estaban enfrentándose a situaciones que los forzaban a adaptarse rápidamente trayendo consigo confusión; incluso ella misma ha cambiado un poco, más confiada con él, pero a su vez más sumisa. Ya no brillaba en sus ojos esas ganas de comerse el mundo.

¡Demonios!

Ni siquiera en sus propios ojos brillaban las ganas de llevarse al mundo por delante. ¡Es circunstancial! Se repetía a sí mismo como una letanía. Toda esta reflexión absurda por un simple “te amo” no respondido. Ella no lo escuchó, fin de la lucha interna.

Acariciaba su cabello lentamente, concentrándose solo en su suavidad, en su lenta e imperceptible respiración, en sus dedos aferrándose a su pecho inconscientemente cada vez que rozaba su espalda. Si algo era cierto, era que él la había forzado a dejar de ser ella el día en que la sacó a la fuerza de su casa, cuando la encerró entre esas paredes que a pesar de tener miles de hectáreas a veces las sentía como un bunker. Incluso el mismo había cambiado.

Por amor no iba a condenar su matrimonio al fracaso. Por amor ellos debían ser ellos mismos. Por amor no podían volver. No ahora. No antes de que ella estuviera preparada para saber la verdad, su verdad.

Se dejó llevar por el sueño, y a pesar de sus cavilaciones, esa noche pudo dormir plácidamente.

-¿Mas?- le preguntó Feli al siempre insatisfecho apetito de Rochi.

-¿aún queda?- preguntó con ojos iluminados, amaba comer, y lo mejor de todo era que no engordaba.

-Comete lo de Lali, ahora cuando baje le hago un poco más.

Rochi lo tomó sin pensarlo y entre bocados hablaba.

-qué raro que no ha bajado- tomó un poco de jugo- ayer también se quedó dormida.

-Tal vez le dé un sermón a Peter antes de bajar cada mañana, ya sabes como es.

-yo no lo soporto.

-¡¡Niña!!

-¡es la verdad Feli! esta de un humor insoportable, y obsesionado además con la cara de alien que no la despide de una vez por todas.

-¡Niña respeta!

-Yo respeto, pero ese idiota debió recibir el flechazo en la cabeza.- tomó sus platos y los llevó al fregadero para lavarlos- así el doctor aprovechaba y le implantaba un nuevo cerebro-

-¡Rochi!- le dio con el paño de la cocina por el trasero como reprimenda- no digas esas cosas ni en juego, el niño se vio muy grave y…

-y eso no le sirvió para aprender que si no se pone la pilas, va a terminar en su primer y único divorcio porque Lali se va a cansar- cerró el grifo – y ninguna otra lo va a soportar- le lanzó chispas de agua a Feli sacudiendo sus manos y Feli le dio con paño esta vez en la cabeza, sintiendo apenas un roce ya que ella corrió en dirección a las escaleras.

-Tú eres la que si sigues con ese carácter te vas a quedar para vestir santos.

-yo también te quiero, voy a salvar a Lali del idiota.

La relación entre ella, Juan, Feli, Luz y Peter era de una familia. Todos sacaron adelante ese rancho aun a sabiendas de que Peter no tenía muy buenas andanzas, enterándose cuando Belén llegó a casa. Fue tan sospechoso que él se cerró completamente a dar explicaciones al respecto y Belén simplemente nunca encajó en su idea obsesiva por conquistar a Peter. Tocó la puerta un par de veces y nadie respondió, por lo que se llevó una sorpresa cuando entró.

-¡oh por Dios!- se tapó los ojos casi involuntariamente, mientras Peter los tapaba a ambos con una sábana y Lali se removía tapando su cara de la luz del sol. –Lo siento-

-¿qué quieres Rochi?- preguntó con voz ronca mientras sus ojos se adaptaban a la luz.

-ay pero que mal humor jefe- bromeó Rochi, ambos estaban completamente desnudos, ella lo comprobó con sus propios ojos.

-no es mal humor, es solo que quiero estar solo con mi esposa, como si el resto del mundo no existiera y tu impides que mi deseo se cumpla.

-¡oh por Dios, ¿tan temprano y ya estás en personaje?

-¿Qué personaje?

-El de idiota.- Lali soltó una pequeña carcajada ganándose una mirada ceñuda y una nalgada de su marido.

-Vete.- ordenó sin derecho a réplica.

-¡qué mal agradecido! vine a saber de ti y de Lali pero ya veo que estas bien con este tratamiento especial que se inventaron.- él rió y le dio un beso a Lali en la frente, ella era su punto débil, no lo iba a negar. – Como compensación ordenaré que no los molesten por hoy y que les suban algo de comer.- cerró la puerta y Peter le dio un beso a Lali en los labios, un simple y amoroso beso de buenos días.

-Rochi, no cambia mas- murmuró Peter.

-ella es un amor- Lali intentó levantarse y pero él la detuvo con un abrazo.

-¿dónde crees que vas?

-hay trabajo que hacer bebé- respondió suavemente, acariciando su labio inferior con la punta de los dedos.

-¿No escuchaste cuando Rochi dijo que hoy no nos molestaran?

-¿Y quién se va a hacer cargo de la hacienda?- él le dio otro beso.

-no se- beso- ni me importa.- beso- Solo quiero estar contigo- beso- amarte mucho- beso- y ya- le dio un beso más profundo, introduciendo su lengua en la boca de ella con lujuria, con una clara invitación a lo que se estaba por venir.

Poco a poco se colocó sobre ella, rodándose la sabana hasta la cintura de él. El dolo de su brazo se convertía en molestia, el dolor de su hombro, era soportable, se dedicaría a ignorarlo. Bajo por el cuello de Lali, quien respondía a sus caricias tan perfectamente que pareció creada solamente para que él le hiciera el amor. Se rió de sí mismo, mordisqueando el lóbulo de su oreja y chupando debajo de ella dejando un pequeñísimo moretón.

-buenos días Lali, te nec… ¡¡¡oh por Dios!!!- exclamó cuando vio a Peter sobre Lali, tomándole los brazos sobre su cabeza, riéndose mientras le daba besos que ella recibía gustosa, y desnudos.

- > Próximo capítulo:

-…no te voy a obligar a hacerlo, pero no significa que sea lo que quiero… porque estoy tratando de…-

-no empieces-

-pero…

-Vamos a la cama… -

-no-

-primera vez que te veo de malas después de hacer el amor-

-hablando de gruñones.-

–Me parece que hay un par de cosas que debemos aclarar.

-¿y salir de nuestra burbuja de felicidad?-

Continuará

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