EPÍLOGO: Apostando Al Amor

Bienvenidas las lectoras que cada día se animan a firmar =)

APOSTANDO AL AMOR

MENCIÓN ESPECIAL A LA EDITORA DE LA IMAGEN

DAMU

DEDICADO A:

TODAS LAS QUE QUIEREN UNA SEGUNDA TEMPORADA....

EPÍLOGO

-shhh-

-¡si sigues callándome nos va a descubrir!-

-¡si sigues hablando claro que nos va a descubrir!-

-si los encuentro ya saben lo que pasara- amenazó y en seguida se escucharon unas risas- ¡¡¡¡AJAAA!!!!- dos de sus hijos se escabulleron entre sus brazos cuando Lali abrió el closet y corrieron por todos lados hasta llegar al jardín mientras reían y gritaban.

Hacía tres años que le dieron la noticia de que estaba embarazada y desde ese día su vida simplemente cambió. Cuando pasó por una de las habitaciones vio a su esposo con una de sus mellizas.

-¡Padece de pdincesha!-

-¡nooo, si fue de reina la boda! Aquí está la carroza en la que llegó tu madre- señaló en el álbum que sostenía entre una de sus piernas y Alegra, que estaba sentada en la otra.

-Estaba linidiisisima-

-es lindísima…- confirmó sin dejar de ver la foto.

-y él padece un pdínshipe-

-este príncipe es tu padre-

-¿¿edes tu??- miraba la foto y lo miraba a él sonriendo por el parecido.

-mjummm-

-si yo era la reina en ese caso tu papá era el Rey-

-¡¡¡Mamiiiii!!!- salió corriendo torpemente desde Peter hasta Lali para abrazarla.

-que feo, ¿eh? Eso de escuchar detrás de las paredes… ¿qué le estamos enseñando a nuestros hijos?- bromeó Peter dejando el álbum a un lado.

-Mi papá llamó diciendo que venía la próxima semana a pasar unos días aca con nosotros- le dio un besó a su hija – y Vale y Pablo por fin se decidieron a casarse, seremos los padrinos-

-¿Agustín será el padre de la boda?-

-Supongo.-

-excelente- y se escuchó el llanto de un bebé. – Creo que el terremoto menor se ha despertado-

-yo voy a verlo- anunció dejando a Alegra con Peter.

-Pa, ¿qué es teshdemoto?-

-ya te digo hija- la cargó- ¿¿y los demás??- le preguntó a Lali.

-Sebas y Luz, con Doris en el jardín- dijo Lali refiriéndose a una de las niñeras, desde el cuarto del menor de sus hijos Thiago.

-¿y Mary?- quiso saber de la otra niñera.

-en el cuarto de juegos con Mili- la otra melliza.

-¡un terremoto es cuando la tierra tiembla así!- le dijo Peter a su nena y la comenzó a mover de lado y lado. Entre risas salió rumbo al cuarto de juegos. –aquí te traje a la princesa Alegra- habló como un lacayo y después de darle un beso a Mili, la dejó allí con la niñera. –Pendiente de Thiago, Lali le acaba de dar la mamila, yo voy a tratar un temita con ella- ordeno amablemente y fue en búsqueda de su esposa.

Entró al cuarto Thiago y la vio admirando a su hijo mientras sonaba el móvil que estaba sobre la cama de él. Peter la abrazó por la cintura y le dio un beso en el cuello y ella amplió su sonrisa.

-no entiendo como pudieron abandonarlo- dijo sin dejar de ver a Thiago.

-Para eso creamos la fundación “hogar de Dios”, ¿no?- ella pasó uno de sus dedos por la mejilla de Thiago y éste esbozó una sonrisa que se grabó en el corazón de ambos – aunque si seguimos adoptando niños de la fundación, tendremos que comprarnos una casa más grande-

Mientras las mellizas Alegra y Milagros crecían en el vientre de Lali, Sebastián llegó a la casa de ambos como enviado por Dios. Tenía 13 años, quería actuar como un adulto pero nunca había aprendido a ser niño. Tan parecido a Peter, que le costó convencerlo de que lo aceptara en casa para no confrontar indirectamente su niñez, aunque después de actuar un día con indiferencia y llegar tarde una noche por esperar que él se durmiera para meter a Sebas en casa, cedió con facilidad.

Cuando las morochas tenían un año, Luz iluminó sus vidas, tímida, valiente, sensata… era la imagen de Lali… Peter fue quien la llevó a casa, 9 años apenas y llegó mientras cenaban y todos, TODOS la recibieron de brazos abiertos.

Y hace apenas 2 semanas llegó Thiago. Nombre escogido por ambos. Una mañana fría y lluviosa como ninguna llegaron a la fundación y él estaba allí, llorando, moviéndose, como gritando para que le prestaran atención y lo sacaran de la caja en que lo dejaron. El pediatra dijo que no llegaba al mes de vida, como mucho. Pero se apoderó del corazón de ambos.

-No creo que eso sea problema para el magnate Lanzani…- dijo ella dejando un afectuoso beso en su mejilla.

-Odio cuando me juzgas por mi dinero- confesó capturando sus labios con una clara invitación para “ESO” y más. Tomó su cintura entre sus manos y ella sintió esa elevación en su vientre que no le dejó duda a las intenciones de su marido.

-Pitt…- dijo en sus labios.

-Mjummm-

-Está el bebé-

-Esta dormido- bajó por su cuello y ella ladeó la cabeza para que tuviera mejor accesibilidad.

-No es correcto- susurró. Él rió y la tomó en brazos sacándola de la habitación.

-Vamos a mejorar lo incorrecto-

-Pero, pero… es de día, los niños están por todos lados-

-ya me ocupé de eso- respondió con suficiencia.

-Pensaste en todo- ironizó y él la bajó en el pasillo porque ella se removió entre sus brazos y casi se cae.

-El que quiere, Puede- la acorraló a una pared – y yo quiero otro hijo- comenzó a desabotonar su camisa y por los nervios invadieron a Lali, aunque no lo detuvo.

-¿Qué?- preguntó alarmada – ¡Por Dios Peter ya van 5 hijos!-

-NO haz escuchado el dicho de “mas barato por media docena” –bromeó.

-el dicho es más barato por docena- corrigió.

-¡mucho más a mi favor! Aún nos falta MUCHO por hacer- la cargó de nuevo más cómodamente para llevarla a su habitación, en el camino Mili salió del cuarto de juego y se topó con ellos.

-¡papá!- exclamó al verlo de espaldas y en cuanto se giró vio a su madre a quién él cargaba - ¿mami?- Cuestionó confundida.

-ves ellos me necesitan- le susurró e hizo un movimiento para que él la bajara pero no la soltó – dime hija – intentó cerrar su camisa para que no viera nada.

-¿done van?-

-mamá y yo tenemos… que hablar…- justificó Peter.

-¿bablar?- decía un poco somnolienta.

-¡Mili!- la llamó una chica de 21 años, Mary, una de las niñeras para que ayudara a Lali– ¡ven vamos a dormir!-

-¡¡¡mimir!!!- salió corriendo y Peter miró a Lali con una sonrisa pícara anunciando lo que vendría. Se metió en la habitación.

-Tú lo has dicho: ¡hablar! Y a nuestros hijos no se les puede mentir-

-no le mentí- la recostó en la cama posándose a horcajadas sobre ella - vamos a hablar- se quitó su camisa - después de hacer el amor- esto último lo dijo sobre sus labios.

-¿por qué no lo hacemos antes?-

-porque hay que tener un orden: primero hacemos el bebé y después escogemos el nombre- su mirada fogosa disfrazada de tranquilidad hizo pasar un corrientazo de pies a cabeza.

-para no querer tener hijos, te encanta la práctica-

-yo nunca dije que no quería tener hijos- ella lo miró fingiendo enojo.

-¡ah no! ¡Ahora con esa no! por supuesto que me dijiste que no querías tener hijos o es que ahora te dio por memoria selectiva – le dio un beso tan seductoramente profundo que no pudo resistirse a corresponderlo, de por sí en nunca había tenido mucha fuerza de voluntad con él.

-¿Qué tienes tu, que a pesar de que hagamos el amor todo el tiempo, a toda hora, por años no hay modo de que me pueda cansar de ti? ¡Siempre me dejas con ganas de mas!- susurró e su oído y atacó su cuello.

-no me cambies de tema Lanzani, yo no estoy loca y me acuerdo perfectamente que no querías tener hijos- suspiró profundo y enterró sus manos en el espesor del cabello de Peter -Si cuando iban a nacer las mellis te la pasaste demostrándome que de verdad querías tenerlas y cuando…- la cayó de un beso y terminó de desabrochar los botones que le faltaban a la camisa de ella.

-¿no será que ya estas embarazada?- cuestionó en su boca -Porque recuerdo que la última vez no tenías muchas ganas de sexo.-

-¡no lo estoy!-

-¿cómo estas tan segura? ¡Hemos hecho nuestra tarea todos los días!-

-a veces puedes ser extremadamente atrevido-

-y eso que no me esfuerzo, imagínate si lo hiciera intencional…- se hizo un silencio en el que se la quedó mirando fijamente a los ojos, perdido en su mirada, en sus labios, en sus sentimientos - Te amo- salió de lo mas profundo de su alma – y me encanta que aunque pasen los años seas igual que siempre- dejó un beso corto en sus labios – yo no quería tener hijos, pero con otra mujer que no fueras tu – bajó sus manos y llegó hasta el pantalón de ella, desabrochó el botón y bajó el cierre – tienes unas formas extrañas e incomprensibles de convencerme para hacer lo que quieres, para hacerme cambiar de opinión- la giró colocándola sobre él. – y esas formas me encantan –

-tú eres el que me manipula…- se quitó la camisa y dejó caer su cuerpo sensualmente sobre él. – no es correcto hacerlo mientras nuestros hijos pasan correteando por la puerta.-

-no están correteando por la puerta, están en la suya así como nosotros estamos en la nuestra… además tu caes gustosa a esa manipulación –

-puede ser- esta vez fue ella quién lo besó lenta y seductoramente – te amo-  dijo en su boca y continuó con un beso lleno de amor.

Él buscó el broche del brassier y se lo quitó sin pausa, pero sin prisa. Después se giró con lentitud dejándola debajo suyo. Sus prendas desaparecían como por arte de magia, una vez más se entregaban al amor y una vez más lo disfrutaban como si fuera la primera vez, las mismas cosquillas en el cuerpo, el mismo amor potenciado exponencialmente, las mismas caricias que parecieran desconocidas y que llenaban su piel de pasión.

Una fina capa de sudor recubría sus cuerpos cuando de dejaron perder en los caminos del orgasmo, después de tener a las mellizas decidieron esperar un tiempo hasta tener al próximo bebé por lo que se cuidaron hasta hace un mes aproximadamente cuando empezaron los “descuidos” por parte de ambos. Peter no usaba condón, dejó de comprar las pastillas de Lali y hasta ahora no lo habían hablado abiertamente.

Ella terminó envuelta entre sus brazos, con una sábana que cubría sus sudorosos cuerpos, y unos besos dulces e interminables con el que se expresaban más de lo que podían decir con palabras.

-Deberíamos escoger el padrino o madrina del nuevo bebe- pasaba con sensualidad el pulpejo de los dedos por su espalda enviando ondas de escalofríos a todo su cuerpo – Ya Vale y Nico son los padrinos de las mellis, Pablo de Luz, Euge de Sebas, Agus de Thiago… Me temo que nos quedamos sin amigos-

-lo que deberíamos hacer es ir a ver que hacen los niños- sus accione contradecían sus palabras ya que en su boca comenzó a juguetear con su lengua, a sabiendas que esto era una invitación para Peter.

-están bien cuidados- la abrazó con más fuerza.

-vamos Pitt- insistió y él tomó un pecho entre su mano jugando sexualmente con su pezón. Ella cerró los ojos disfrutando de su tacto mientras dejaba su huella con pequeños chupones en su cuello.

-somos dos tontos enamorados- bromeó él abriendo con sus rodillas las piernas de ella para posarse cómodamente sobre su cuerpo.

-a mi no me avergüenza serlo – confesó mirándolo a los ojos.

-a mi tampoco- la besó con más intensidad, como queriendo expresar todos sus sentimientos pero le parecía imposible e interminable – ¡me encantas! ¡¡TE AMOOO!!-

-yo también TE AMOOO- dijo entre risas y besos -Gracias por darme la familia que siempre soñé- se separó un poco con ojos brillosos y apartaba de su frente los cabellos que se habían pegado por el sudor– gracias por secuestrarme para liberarme, gracias por hacerme creer en los cuentos de hadas, gracias por ser el príncipe de mi vida hecho rey, gracias por abrirme los ojos al amor-

-Gracias a ti por hacerme creer que el amor existe, por ser la luz entre las sombras en que vivía, por hacerme creer en la felicidad, por hacerme feliz – besó la punta de su nariz – TE AMO LALI, TE AMO… y siento que el juego que hice con tu padre fue la mejor apuesta de mi vida.- ella bajó su vista y él le subió el rostro para que lo mirara – sé que es egoísta de mi parte pero no te quiero mentir princesa, me enamoré de ti desde el primer día en que te vi, como un loco… y desde ese día no hice más que hacer todo para que te quedarás a mi lado… con mis errores… con mis aciertos… pero todo fue por ti. Porque te ame y TE AMO-

-yo también pienso que hiciste una buena apuesta- confesó rosando su nariz con la suya- porque apostaste al amor- confesó y el sonrió –igual siempre se podía tomar otro camino, más fácil, menos complicado, pero ¿qué sería de mi sin mi príncipe que me saque del camino de la rectitud?- preguntó divertida y él rio.

-¿y qué sería de mi sin mi princesa que me indique lo que es correcto?- esta vez ella rió y él se giró dejándola arriba de su cuerpo –¿ahora sabes lo que pienso? – ella negó robándole un corto beso -Que deberíamos asegurarnos de que ese bebe esté en camino.-

-Peter pero es que…-

-sh sh shhhh… - tapó su labios con un dedo y miró la puerta -¿escuchas?-

-no se escucha nada- dijo después de prestar atención.

-exacto- le robó un beso- la jauría está en calma, así que es mejor dejarla así… en cambio aquí. -le tomó la mano y se la colocó en su miembro erecto – hay una guerra que sólo tú puedes darle paz-

-Tú y tus técnicas de convencimiento- rio negando con la cabeza avergonzada. -Te amo mi príncipe- le dio un beso.

-Te amo mi princesa- profundizó más el beso para de nuevo tomar el camino de la pasión con rumbo a la felicidad.

¿Segunda Temporada?

No se, lo que si se es que hoy en la noche doy anuncios, espéralos =)

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Sean Felices & Creen Amor

GMR